miércoles, junio 25, 2008

Mouse Guard, Otoño 1152: Salvar al ratón Lieam

En la profundidad de los bosques habita una colonia de ratones de campo agrupados en diferentes ciudades que han desarrollado una sociedad muy similar a la humana. Atrincherados en fortalezas para protegerse de los depredadores que les acosan, los ratones cultivan la tierra, practican la herrería y comercian entre las diferentes ciudades. Tras una época convulsa, la victoria sobre las comadrejas abrió un nuevo periodo de paz y prosperidad en el mundo de los ratones, un periodo cuya tranquilidad ha venido cimentada y asegurada por la esforzada y valiente labor de un grupo de arrojados ratones que forman la Guardia Ratonera (Mouse Guard). El trabajo de un Guardia, identificado por capas de diferentes colores, es tan variopinto como arriesgado, e incluye desde la vigilancia en puestos fortificados de frontera a la vigilancia de los caminos, protegiendo a comerciantes y peregrinos y sirviéndoles de guía en caso de necesidad. La Guardia Ratonera tiene su cuartel general en la ciudad de Lockhaven, dirigida según una estructura matriarcal por Gwendolyn.


En el marco de ese reino fantástico poblado por ratones antropizados nos encontramos con el trío de Guardias formado por el veterano y astuto Kenzie, el valiente espadachín Saxon y el impetuoso alevín del grupo Lieam. La misión rutinaria de hallar a un comerciante de grano desaparecido, que ha sido atacado por una serpiente, destapará una conspiración de insospechadas consecuencias y que tendrá su foco en la cercana ciudad de Barkstone. Paralelamente, la Guardiana Sadie llega al puesto fronterizo de Calogero en la costa en busca de compañía ratonil tras un largo período de solitaria patrulla, sólo para suscitar las sospechas del Guardián Conrad, cascarrabias de buen corazón que ha sido testigo en el lugar de una oscura conspiración. Los caminos de Sadie, Kenzie, Saxon y Lieam acabarán confluyendo en una carrera contra reloj para detener a un ejército de ratones insurrectos que pretenden asaltar Lockhaven bajo el mando del mítico Hacha Negra. Para tan peligrosa tarea contarán con la valentía y el saber estratégico de Gwendolyn, con el arrojo de Rand, encargado de las defensas de Lockhaven, y con la ayuda de un misterioso ermitaño que afirma ser el ratón legendario Hacha Negra, cuya personalidad puede haber sido usurpada con terribles consecuencias.


Mouse Guard, Otoño 1152 recoge en un solo volumen con encuadernación de lujo y sobrecubiertas los seis números de la miniserie homónima escrita e ilustrada por David Petersen, publicados en el 2006 con cadencia bimensual por la editorial Archaia Studios Press. La obra tiene un tamaño menor de lo normal, y las planchas son cuadradas, algo que junto al carácter de la obra protagonizada por animales con características -que no aspecto- humanas y el preciosismo de las ilustraciones aproxima más este tomo a la literatura infantil que a un comic-book al uso. Afortunadamente, las semejanzas con un libro infantil son meramente formales, ya que la historia que Petersen comienza a desarrollar en este primer tomo dedicado a la Guardia Ratonera está llena de referencias a la historia pasada del reino, a la idiosincrasia de los Guardias y a sus enseñanzas, de personajes definidos con apenas unas pinceladas concisas de acción y de diálogo y de unas situaciones de peligro y batalla que nada tienen que envidiar a libros de fantasía al uso como Dragonlance o Reinos Olvidados. Aunque en realidad, más que a este tipo de literatura, el referente más cercano en que pienso es la maravillosa obra de literatura infantil El viento en los sauces, que igualmente empleaba animales y situaciones fantásticas para acabar abordando temas más adultos.




Si el guión resulta bastante satisfactorio en su desarrollo, al caracterizar todo un microcosmos y sus habitantes de forma bastante clara y sentar las bases para futuras historias -una de las cuales ya se está publicando en los USA, Invierno 1152, y hay planes para tres series más- hay que decir que las ilustraciones de Petersen son una auténtica delicia a la hora de plasmar a los ratones en tareas cotidianas como comprar en el mercado o en plena batalla con animales tan peligrosos como las serpientes, los cangrejos de mar o las abejas. Jugando con los colores de la piel, los tamaños según la edad y la expresividad propia de cada uno de ellos llegamos casi a distinguir una personalidad propia en cada uno de ellos. La atención y el detalle puesto en el dibujo de los animales se traslada al mimo dedicado a la plasmación de los paisajes agrestes y forestales en que los ratones desarrollan sus aventuras. Desde la oscuridad del tronco de un árbol, a la luminosidad de una playa pasando por el aspecto medieval de las fortalezas que habitan esta peculiar raza de ratones de campo, Petersen nos muestra plancha a plancha un nuevo mundo al que a buen seguro querremos volver de nuevo, no sólo para descubrir las nuevas aventuras de los Guardias sino para rememorar las antiguas hazañas de algunos de ellos.

8 comentarios:

Pablo dijo...

A mí también me gustó bastante. De hecho incluso me planteé pillarle un original. Los precios rondan entre los 300-400$, y de hecho cuando le escribí al propio Petersen los acababa de subir de precios recientemente y por eso pasé (antes de alcanzar el éxito rondaban los 200$).

Anónimo dijo...

Es impresionante la valentía de sus trazos y la complejidad del tema. Sin duda un 10

Jaime Sirvent dijo...

No conocía este cómic, bueno, creo que me sonaba la portada de mirar las novedades de Norma, pero vaya, ninguna otra referencia más allá de eso, y la verdad es que me he quedado maravillado con las ilustraciones, un abrazo caballero.

Plissken dijo...

Pablo, a este paso además de tener buen gusto vamos a tener que hacer proyecciones de futuro éxito de un autor y de una colección, para evitar este aumento de cotización de unas páginas por otro lado llenas de vida y detalle. ¡Qué le voy a hacer, me encantan los animalicos!

Plissken dijo...

Anónimo, como se nota que es usted un fino analista del trazo de los dibujantes actuales ;D ¡Vivan los ratoncicos!

Plissken dijo...

Jaime, es una auténtica delicia. Habiendo crecido con El viento en los sauces como uno de mis libros de cabecera y disfrutando con películas como Nimh, El mundo secreto de la señora Bigsby, del gran Don Bluth, pues es normal que me enamore una serie como esta. Aunque para ser honestos, le he podido leer gracias a un amiguete que sí arriesgó sus cuartos en el tebeo... ¡y acertó de pleno!

Jaime Sirvent dijo...

Dios bendiga a los amiguetes que prestan tebeos:)

Plissken dijo...

Y usted que lo diga, caballero, con este ritmo de publicación cada mes parece el salón de Barcelona ;D

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