Diario de Guerra de dos Sketch-busters: VIERNES

El dia más largo
Tras un reparador descanso, más que merecido, necesitado, nos plantamos en el recinto ferial a primera hora de la mañana, 10:00 hora zulú. Paseamos por los stands, saludamos a algunos colegas... Y ya había gente en la zona de firmas. A las diez de la mañana. SIETE HORAS ANTES DE LA PRIMERA SESIÓN. ¿Pero estamos locos o qué coño nos está pasando? En mi primer Salón llegar una hora antes a la cola ya te garantizaba una buena posición en la cola de cualquier autor, y digo cualquiera. Siete horas sentado en el suelo es algo que me supera. Así que decidimos darnos una vuelta y pasear por el Salón, ver los stands y visitar el puesto de originales a la venta. Por el momento, solo tres frikis en la cola de Mike McKone...


Mirando atrás sin ira
Los stands tenían lo de siempre, novedades, antiguo, precios regular, mucha chapa, parche y pegatina en la sección otaku y poco movimiento a esas horas, lo que facilitaba el pasear sin agobios y ver la mercancía. Saludo a mi librero alicantino, que aprovecha para comprar por tres duros lo que venderá por muchos euros. Desembocamos en el puesto de originales y vendo la moto. Al vendedor le conocimos en el 2001, tras lo del WTC, y estuvimos hablando un poco sobre el tema. El tipo me recuerda y además le comento que le he comprado cosillas por internet y que le mandé un mail preguntándole por alguna cosa en concreto. Además, fue con él que perdí la virginidad en el tema de los originales. Puto mercachifle, me introdujo otro vicio más en las venas. Los dos primeros que desde luego no han sido los últimos ni mucho menos. Babeo con la mercancía, y aparto dos páginas: una de Lucifer (Ormston, que estará en Avilés) y otra de Authority: More Kev (Fabry). Dejo con dolor del alma una splash page preciosa del propio Fabry que sube a 250 pavos. Malditos remordimientos. Con esto se pasa la mañana y este párrafo me ha quedado muy Jaume Vaquer. Tiene coña la cosa.


Dos cabalgan juntos
De nuevo miro la cola de McKone y a la una considero que es oportuno que ocupemos posiciones. Dia D, Hora H. Éste objetivo es irrenunciable. Nunca tantos frikis se esforzaron tanto por conseguir tan poco. Leí un comic dibujado por este tio por primera vez en el 90, hace 16 años. Repetid conmigo, 16 AÑAZOS. Hay que joderse. Además, dibujó aquel número “piloto” de Blue Beetle y Booster Gold (a modo de prueba para una hipotética colección que se habría titulado The Blue and The Gold) en las alcantarillas, así que el objetivo estaba claro. Ocupamos posiciones tras un par que llevan banquetas plegables de playa y ocupan el tiempo con la DS. Tomo nota mentalmente, el año que viene me traigo la PSP y se va a cagar la perra. A eso de las dos llega Mr. Nervioso, un habitual que no ha dormido en toda la noche y que lo unico que quiere es un dibujo, nada de firmas.

Comemos dos bocatas allí mismo y seguimos la espera. Adri está en su stand y Oscar aguanta con nosotros. Larroca y Dell’Otto firman en otros stands, pero nosotros mantenemos la posición. No pasarán. El tío de atrás se va poniendo más nervioso, y yo también. Leti entretiene la espera con amenas charlas sobre oposiciones e interinos y funcionarios y plazas a concurso. Una juerga, vamos. Llega McKone y es jovencísimo. Ocupa su puesto y la cola avanza a buen ritmo. Un busto por persona, los primeros a lápiz y luego da un toque rápido con rotulador. Nada muy espectacular pero sketchs más que dignos. A punto de llegar llega el amigo de Mr. Nervous, que ha pedido a Kyle Baker un Plastic Man. En la hoja, una guitarra. La cara del chaval no tiene precio, es un poema de Goethe y una cancion de La polla records a la vez. Se me escapa la carcajada. Los salones y el curro me están volviendo peor persona de lo que era, definitivamente. Leti consigue su Booster Gold y yo mi Blue Beetle. Sigo diciendo que prefiero en los salones 20 dibujos dignos y rápidos que cinco muy currados, pero hay opiniones para todos los gustos. Prueba superada. Respiramos ya un poco más tranquilos. Pero la guerra sigue...

Breve encuentro

Como el año pasado, nuestro entintador neoorkino favorito se deja caer por el Salón a visitar a los colegas. Sí, chicos y chicas, Rodney Ramos ha llegado a la ciudad para terror de féminas en edad de merecer y jolgorio de los devotos aficionados que le tenemos en el altar avilesino de los 24 hour party people. Unas risas y unos comentarios acerca de mentes sucias, y ya estamos hablando de política internacional con Óscar y con Juan Rojas, otro habitual de Avilés. No se nos puede dejar solos.

Dobles Parejas

Como buen estratega reparto mis fuerzas. Leti va a Dolmen donde hay dos objetivos golosos: Kenny Ruiz y Enrique V. Vegas. Y ya que hemos empezado con los dibujos emparejados le sugiero que pida a Kenny otro sketch friki-Firefly y a Vegas otro sketch galáctico-gatuno. Yo por mi parte me quedo en la cola de Kristiansen para que me firme lo que me falta y conseguir una Dian Belmont que haga juego con el Sandman del día anterior. Óscar y Adri acaban pronto -creo, porque ya es tal el guirigay de idas, venidas, y desbandada general que es difícil ubicar a todo el mundo. [Nada que ver con Avilés, donde todo parece más una convivencia que esta lucha darwiniana por obtener el sketch más chulo, o con Madrid, donde me parece que todo estaba un pelín mejor organizado y manteníamos un poco más el contacto -¡¡y no es peloteo golosón!!-]

En este rato, a todo esto, Alberto consiguió un SuperSkrull de Dell'Otto que era/es para fliparlo. En fin, el tiempo pasa, Teddy se recrea con algunos y la cosa se va poniendo chunga. Total, que llego con el tiempo justo y me coge el album de Superman. Antes que me de tiempo a decirle que en la hoja me dibuja una cabecita y pone mala cara cuando le doy la susodicha. Se lo que esta pensando. Putos frikis. O gordo cabrón. O peor. El caso es que me hace un Batman. Un sketch acojonante, de alucine. Próximamenten en sus pantallas. Debacle, hasta que llego donde Leti y veo los sketchs de Kenny y Vegas en todo su glorioso esplendor. Yo debía haber sido general. O encargado de tienda, no se.

El día se acaba y nos desplomamos en el suelo.

Tiburón

Repetimos cena en el mismo buffet asiático del día anterior. Adri, Alberto, Leti y yo. Y sí, somos frikis, pero a veces no lo parece por los temas de conversación que abordamos. Estudios, curro, manías, aficiones al margen de los comics... Un momento de tranquilidad y de reposo que acaba con la enumeración de las cicatrices más chungas. Adri cuenta las cicatrices de una pelea -uffff-, Alberto una caida que le partio el paladar -uffffffff- y Leti la vez que un anzuelo se le clavó en el talón paseando por la playa. De cinco puntas. Arggggghhhhh. Y yo me siento Roy Scheider a bordo del Orca, pasando el dedo por su birriosa cicatriz de apendicitis mientras que Robert Shaw y Richard Dreyfuss comparan sus mordeduras de escualo. A los golfos aún les quedaba marcha en el cuerpo para quedar con peña, pero Leti estaba muerta y yo había ganado ya un papel de extra para el Atardecer de los Muertos Vivientes. O lo que sea...