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La fotografía fue tomada por el mismísimo Steven Spielberg en el set de rodaje, con un Indiana Jones caracterizado ya con algún golpe en la cara y cubierto de polvo. Aparte de soltar un suspiro que me devuelve a mi infancia, contemplar los ojos algo tristes de Harrison Ford es ver a un actor que vuelve a ponerse la máscara de su personaje más inolvidable -con permiso de Han Solo, aunque bien se podría decir que ambos dos son la cara y el envés de una misma moneda- tras haber intentado dejar huella en muchos otros y apenas haberlo conseguido. Con una carrera lamentable en los últimos años Ford, a sus sesenta y pico, volverá a correr, saltar, hacer restallar su látigo, salvar abismos, enamorar a la chica y derrotar a los malos. Vuelve el héroe, señores. Vuelve la aventura. Vuelve la magia. Y todos los que estemos allí para acompañerle el día del estreno disfrutaremos como niños, y acaso llevemos en el semblante la misma melancolía que luce Mr. Ford, la de aquél que ve a un amigo tras muchos de ausencia pero sospecha, en el fondo de su corazón, que quizá sea la última vez que se encuentren.
Si había otra canción más a propósito para ilustrar la entrada de este lunes, un servidor no la ha encontrado. No me queda nada más que decirles, salvo rogarles, cómo no, que tengan cuidado ahí fuera...
Holding for a hero
Bonnie Tyler
Where have all the good men gone
and where are all the gods?
Where's the streetwise Hercules to fight the rising odds?
Isn't there a white knight upon a fiery steed?
Late at night I toss
and I turn
and I dream of what I need.
I need a hero. I'm holding out for a hero 'til the end of the night.
He's gotta be strong
and he's gotta be fast
And he's gotta be fresh from the fight.
I need a hero. I'm holding out for a hero 'til the morning light.
He's gotta be sure
and it's gotta be soon
And he's gotta be larger than life!
larger than life.
Somewhere after midnight
in my wildest fantasy
Somewhere just beyond my reach
there's someone reaching back for me.
Racing on the thunder and rising with the heat
It's gonna take a superman to sweep me off my feet.
I need a hero. I'm holding out for a hero 'til the end of the night.
He's gotta be strong
and he's gotta be fast
And he's gotta be fresh from the fight.
I need a hero. I'm holding out for a hero 'til the morning light.
He's gotta be sure
and it's gotta be soon
And he's gotta be larger than life.
I need a hero. I'm holding out for a hero 'til the end of the night.
Up where the mountains meet the heavens above
Out where the lightning splits the sea
I could swear there is someone
somewhere
watching me.
Through the wind
and the chill
and the rain
And the storm
and the flood
I can feel his approach like a fire in my blood.
I need a hero. I'm holding out for a hero 'til the end of the night.
He's gotta be strong and he's gotta be fast
And he's gotta be fresh from the fight.
I need a hero. I'm holding out for a hero 'til the morning light.
He's gotta be sure
and it's gotta be soon
And he's gotta be larger than life.
I need a hero. I'm holding out for a hero 'til the end of the night.
Para completar el repaso de ayer a la miniserie El día de la venganza, les dejo aquí una galería de imágenes con las portadas de cada número, incluyendo las alternativas correspondientes a las dos reimpresiones del número uno. El autor de las ilustraciones en este caso no fue el dibujante de la colección, Justiniano, sino el veterano, eficaz y espectacular Walter Simonson, a quien las imágenes grandiosas y los seres mágicos y mitológicos le vienen como anillo al dedo. Disfrútenlas en el día más corto del año, cuya noche es mágica y llena las playas de brujas y las ciudades de aquelarres de fuego. O eso dicen.
En base principalmente al trabajo que Alan Moore realizó con La cosa del pantano y a las posteriores aportaciones de Jamie Delano, Neil Gaiman y Matt Wagner, nació el sello Vertigo, en el que se incluían historias de corte "adulto", y en un principio muchas de ellas estaban orientadas a la fantasía, al terror y a la magia. Pese a que Moore hundió las raíces de sus historias en los personajes clásicos de la compañía vistos desde la óptica cínica de John Constantine, muy pronto los senderos del sello Vertigo se orientaron a la creación de una mitología propia o a revisiones de personajes clásicos, olvidando en gran medida el rico sustrato de personajes mágico-fantásticos que habían ido apareciendo durante décadas en los comics de la casa. No es de extrañar que una parte importante del preludio a la Crisis Infinita se centrase en la trastienda mágica de DC.
Nadie mejor que Bill Willingham para escribir esta mini-serie, ya que lo que hace es aplicar punto por punto su libro de estilo de Fábulas. Coger unos personajes reconocibles para el público -cambiese el adjetivo "obsoleto" de las Fábulas por el de personajes "olvidados"-, caracterizarlos con cuatro pinceladas de acción y toneladas de actitud y humor y embarcarlos en una aventura frenética que no da descanso al lector. Añadamos a la receta de este cóctel de magia y acción un dibujante como Justiniano, con gran dominio de la composición y de la narrativa, capaz de alternar dobles páginas donde presenta un momento de reposo con páginas repletas de viñetas en las que la acción transcurre con fluidez y coherencia. Lo malo de todo esto es que el Día de la Venganza, como los mejores cócteles, te deja un agradable sabor en la boca y ganas de más.
I was a guest at the Motor City Con in Novi, MI this past
weekend. It is a wonderful con, and I had such a great time. The people there
were terrific. One great pleasure I had was getting to know Mouse Guard creator
David Petersen a lot better, and getting to meet members of the Usagi Yojimbo
Dojo website.
Whenever I return from a con, I log on over at e-bay to
see how many of my free sketches wind up for sale. Yes, I do still draw free
sketches, but that will change. I demand four things for these sketches: 1-you
supply the paper; 2-it has to be personalized; 3-I don't do requests; and 4-one
drawing per person. I think my demands are very reasonable.
After Mega
Con a couple of months ago, there were about a dozen drawings for sale. Even the
personalization did not stop people from selling them, or from buying them.
Here's a link
to one of my drawings from the Motor City Con, with a BIN option of $45.99 plus
$7.99 for mailing the sheet of typing paper.
Except it is not completely
my drawing. Someone (the seller I presume) has drastically altered the art ,
using a broad marker to darken the border and drawing some grass to obliterate
the personalization. Drawings usually fetch a higher price if they are not
personalized to someone. I assume it is the seller that did the alterations,
because he is selling a piece by another artist with the drawing drastically
cropped to leave out the personalization. I don't know if it technically it is
counterfeit, but it certainly is fraud.Most cartoonists will not do these free drawings anymore
because of dealers reselling them. I think I will have to join this
majority.
(Como podéis comprobar, el dibujo ha sufrido una burda manipulación que indigna a cualquier aficionado a los comics en general, a Usagi Yojimbo en particular y a los coleccionistas de arte por el perjuicio que actitudes como esta suponen.)
La verdad es que esta clase de noticias aparece en los comentarios cíclicamente, y depende del autor en cuestión hay una reacción u otra. Walter Simonson recientemente decía que los sketch de convención eran regalos que él hacía a los aficionados, y que ya dependía de cada cual lo que hiciera con ese presente. En este caso, Stan se plantea el dejar de ser tan generoso por culpa de un grupo muy concreto y escaso de especuladores que pretenden ganar dinero con el talento y la generosidad de artistas consagrados. Por lo menos en este caso me alegro que el vendedor no consiguiese colocar el dibujo a ningún incauto y que –a modo de castigo poético- se quedase con un dibujo emborronado en sus manos. En España afortunadamente este tipo de casos brillan por su ausencia, y la mayoría de sketch-busters atesoramos, como si de joyas se tratase, la mayoría de dibujos conseguidos en salones y jornadas. En nuestra mano está que los autores americanos y europeos que nos visiten sigan considerando estos lares como sitios de relax ajenos al mercantilismo y a la especulación yanquis y a los aficionados españoles merecedores de esa generosidad que hasta el momento han venido prodigando desinteresadamente.
(Más vale esta imagen que todo el post a modo de resumen de la miniserie. Y en primer término Tigorr, uno de mis felinos favoritos, todo él corazón, malas pulgas y buena puntería.)
(Si se rompe el Universo, nada mejor que lanzarse contra la fractura de cabeza, a ver qué pasa.)
La serie cuenta con guiones de un Dave Gibbons cada vez más cómodo en las labores de guionista, ofreciendo un entramado de personajes y sucesos muy bien documentado -aparecen de un modo u otro casi todas las grandes razas alienígenas de DC de un modo que no se había visto desde la saga Invasión- y con claras reminiscencias de la historia real reciente. El paralelismo con la I Guerra Mundial sería más que evidente en esa sucesión de pactos que van obligando a intervenir a un planeta tras otro ocupando territorios y atacando a terceros sistemas planetarios. Por su parte Iván Reis, dibujante brasileño con una gran progresión desde sus números de Superman -y una mejor proyección, pues habrá que ver cómo evoluciona y se consolida su estilo- nos narra a lo grande una historia repleta de acción y movimiento, con planificaciones dinámicas de página y una espectacularidad cósmica muy apropiada cuando se pasa de las escaramuzas bélicas a la acción superheroica contra Onimar Synn. Habría sido ideal que fuera Pasqual Ferry el encargado de rematar el excelente trabajo artístico iniciado en Planeta Robado, pero los lápices de Reis no se quedan atrás. Además, en este caso me gustaría señalar el entintado -y en algunos momentos quizá hasta algo más- de Joe Prado y Marc Campos, entintadores habituales de Ivan en otros proyectos.
Lo mejor de esta miniserie, que en algún momento puede agobiar por la cantidad de personajes poco conocidos para el lector y por la sucesión frenética de peleas, traiciones y viajes de un lado a otro de la galaxia, es la recuperación de una faceta del Universo DC que había estado abandonada durante los últimos años. Pese a los momentos de gloria que conocieron series como Omega Men, Green Lantern Corps o Atari Force en los 80, ha habido escasos intentos de recuperar y cohesionar esos mundos (mundos claramante definidos por ese futuro del Siglo XXX, de la Legión de Super Héroes y sus miles de razas y planetas), siendo los más destacados la saga del destierro de Swamp Thing por Alan Moore y la saga de Starman Llegar a las estrellas, y Las estrellas, mi destino. Es curioso que en ambas Adam Strange jugara un papel primordial, como ha sido también en este último caso. Se abre una nueva época en que los aficionados a la Space Opera y la Ciencia Ficción también podremos disfrutar de ella dentro del Universo DC.