Flash es uno de mis personajes preferidos, tal vez por aquello de leer el tebeo justo en el momento adecuado. Y es que cuando con 14 años leí aquel especial Legends dedicado al nuevo velocista escarlata quedé prendado del personaje. Con serias limitaciones frente a su antecesor, Wally había perdido mucha velocidad y habilidades tras su participación en las Crisis. Además acababa de heredar el manto de su difunto tío y un enorme lastre de responsabilidad colgaba de sus botas. Con sólo aquellos cuatro especiales con guiones de Mike Baron y dibujos de Jackson Guice ya tuve bastante para encumbrar a Wally al Olimpo de mis personajes favoritos. Por los típicos azares editoriales que ha sufrido DC en España, el grueso de la etapa Baron, y la posterior de William Messner Loebs quedaron en el olvido quitando algún número suelto. La llegada de Waid a la colección en su número 62 abrió una etapa de gloria bendita que abarca casi 100 números en los que Wally se reencontró con su tío, se perdió en el tiempo, descubrió la fuerza de la velocidad, se casó y creció tanto como persona como personaje. Una galería de secundarios riquísima (Linda Park, Jesse y Johnny Quick, Bart Allen, su tía Iris, Jay Garrick, Max Mercury, el Flautista, la Galería de Villanos al completo) y unas aventuras trepidantes como Calor Muerto, Carrera Temporal, Nacido para correr o El regreso de Barry Allen hacen que la etapa de Mark Waid y Brian Augustyn (primero editor y luego coguionista de la colección) sea una de las más memorables de todas cuantas se desarrollaron en los años 90. Como no podía ser de otra manera, la mayor parte de esa colección permanece inédita en nuestro país, a excepción de los cinco o seis tomos que Zinco publicara hace ya más de una década.
Y toda esta parrafada para presentar mi primer original de Flash, obra del dibujante Paul Pelletier, al cual le cabe el mérito de haber finiquitado la era Waid. Suyo es el dibujo de los números que van desde el 145 hasta el 159, traca final en la que Waid cerraba casi todas las tramas abiertas a lo largo de casi una década y dejaba al personaje preparado para otra época bastante interesante, la de Geoff Johns. Pese a que hubiese preferido un original de Jackson Guice, de Oscar Jimenez o de Greg LaRoque, no está mal como primera adquisición esta página con Jay Garrick y el nuevo Flash proveniente del futuro y con un diseño del traje más oscuro. Da la casualidad que el número 151 fue un fill-in, y el equipo regular de la colección, Waid-Pelletier, tan sólo se ocupó de realizar la primera y la última (la que veis aquí abajo) página del comic para dar algo de continuidad al arco argumental en curso.
Sólo me cabe decir una cosa...
¡¡¡BIBLIOTECA CLÁSICOS DC: FLASH.... YA!!!
2 comentarios:
arf arf, orgasmizo. Una página original de Flash!
Pues habrá más en el futuro, Txema, que Flash es una de mis pasiones confesas. ¡Un saludo, archivero!
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