Sketch-busters LXXXI: John Cassaday

Retrocedo hoy con este dibujo hasta el año 2001, para recordar una cita muy especial. Se trata del primer Expocomic al que asistí, su cuarta edición, celebrado en el Museo del Ferrocarril y con la presencia de dos autores que por sí solos ya justificaban la asistencia del aficionado: John Cassaday y Eddie Campbell. El segundo acababa de ver publicada en España su obra magna ilustrando el guión de Alan Moore sobre los crímenes de Jack el Destripador, From Hell, de la que además estaba a punto de estrenarse adaptación cinematográfica que a día de hoy aún no he visto, mientras que el primero se estaba dando a conocer entre el gran público gracias a sus detallados y preciosistas lápices para la serie Planetary. Aún quedaba lejos su trabajo para el relanzamiento del Capitán América post 11-S o su espectacular y ya definitivamente consagrada labor como dibujante de la serie Astonishing X-Men sobre guiones de Joss Whedon. La verdad es que dos años desués Cassaday regresaría a España, al Salón de Barcelona, pero en esa ocasión ya fue imposible conseguir un dibujo en sus sesiones de firmas dados los impedimentos puestos en el stand de Planeta. Lo que han cambiado las cosas en unos cuantos años. Afortunadamente un servidor organizó junto a Pep y otra pareja de amigos un viaje de pirados a este Expocomic 2001 que contó con hits entrañables como las sesiones de firmas ordenadas, civilizadas y escasamente pobladas, un cocido madrileño degustado en compañía de unos amiguetes maños que acabó con medio grupo intentando entrar en el recinto sin pagar entrada ya que ibamos disfrazados "de Tony Stark" ebrio, y el encuentro con una cita comiquera en Madrid a la que hemos intentado asistir tantos años como nos ha sido posible y que sigue deparando buenos momentos de camaradería con los colegas, montones de dibujos y una sanísima diversión.

Pero volviendo al asunto, tengo que decir que comparadas con las colas de los últimos años, aquella sesión de firmas de John Cassaday fue un auténtico paseo por el campo, sin apenas tiempo de espera antes de la sesión, y con un dibujante muy cercano y accesible al público que además realizó unos estupendos dibujos a lápiz. La intención, cómo no, era pedirle un Elijah Snow, protagonista carismático de la serie Planetary, pero algo me torció la intención y finalmente opté por pedirle a Superman. Desde mi posición tenía una perspectiva invertida del dibujo, y no fue hasta que John giró la lámina y me enseñó el dibujo que no pude apreciar en su justa medida la belleza del sketch. Debo reconocer que hay pocos dibujos, una docena como mucho, que me hayan emocionado tanto como este regio y señorial Superman. Aunque fue una lástima no poder conseguir un Capitán América en su siguiente visita, desde luego un servidor no tiene el menor motivo de queja.