El grupo de villanos reconvertidos en mercenarios conocido como los Seis Secretos no pasa por buenos momentos -como si en algún momento los hubiesen conocido-. A la pérdida de Knockout y la "expulsión" del Sombrerero Loco cabe sumar la pérdida de rumbo de varios de sus miembros. Scandal, amante de Knockout, se ve incapaz de superar la pérdida de su amor, mientras que Catman afronta los remordimientos de sus acciones en una reciente incursión en África que le aproximan peligrosamente al territorio de la tortura, la venganza y el asesinato. Ragdoll sigue tan loco, pervertido e imprevisible como siempre, mientras que Deadshot afronta la locura de su situación con su habitual sentido del humor negro y práctico y un cinismo a prueba de bombas. Entre todos ellos se encuentra un reformado Bane que ya no depende del veneno que le convertía en una bestia superhumana trastornada y que intenta hacerse hueco en un grupo humano inestable y al borde del abismo.
No es la situación más propicia para aceptar un trabajo peligroso de un cliente desconocido, pero así es la vida de los Seis Secretos, un continuo reto a la sensatez, la cordura y la integridad física de sus miembros. Scandal recibe un encargo anónimo de Gotham City para recuperar un "paquete" y llevarlo a la ciudad. No hay noticias sobre la identidad del cliente ni sobre la naturaleza del objeto a recuperar. La única pista es la identidad de la persona que les conducirá hasta el objeto, la aventurera Tarántula (Catalina Flores), una antigua agente del FBI que cumple condena en Alcatraz, ahora reconvertida en cárcel para supervillanos. Desde el primer momento el trabajo es un reto a todos los niveles, y sacar a Tarántula de allí no será tarea fácil...
Y como no podía suceder de otra manera para nuestros villanos reconvertidos favoritos, las cosas no hacen más que complicarse y volverse más locas a cada momento. Tarántula revela que el objeto en cuestión es de naturaleza mágica y su poder lo convierte en el objetivo más deseado para cualquier alma podrida del mundo. Su anterior propietario era un tal Junior, un asesino desequilibrado y el alma más cruel que pisa la faz de la tierra que dirige todo el crimen de la costa oeste desde una pequeña habitación y encerrado en una caja. Con un teléfono. Ayudado por dos sicarios y un bloc de notas. Una presencia letal y aterradora que no dudará en cometer los actos de mayor salvajismo y barbarie con tal de recuperar el objeto que una vez fuera suyo.
Scandal, Ragdoll, Catman, Deadshot y Bane, junto con la última recluta del grupo, Jeannette (propietaria de un casino con cientos de años de edad y el resultado de combinar el mito de Banshee con la leyenda de la condesa sangrienta Elizabeth Bathory) deberán acompañar a una reticente Tarantula hasta su destino al tiempo que luchan, escapan y evitan a todo un ejército de villanos azuzados por Junior contra ellos e intentan sobrevivir a las letales artimañas del siniestro personaje cuando, fatalmente, se aproxime más de la cuenta a los Seis Secretos... Y todo ello orquestado por ese misterioso cliente cuyas razones serán una verdadera sorpresa para el grupo.
Los Seis Secretos: Desquiciado (Secret Six 1-7) reúne el primer arco argumental de la serie regular de estos peculiares personajes que desde hace unos años vienen dando guerra en el Universo DC al máximo nivel. Creados como una de las series satélite de Cuenta atrás a Crisis Final (Villanos Unidos), el concepto resultó lo suficiente poderoso y atractivo para el gran público como para funcionar de manera independiente, y así recibieron una segunda oportunidad en forma de miniserie (Seis grados de desolación). Ahora, la guionista Gail Simone consigue una serie regular en la que seguir haciéndoselo pasar fatal a sus chicos al tiempo que factura un entretenimiento de primer orden en el que la violencia, el cinismo, el humor negro, la camaradería hawksiana entre los miembros de este peculiar conjunto humano a medio camino entre el Grupo Salvaje y el Escuadrón Suicida y el espectáculo sin prejuicios van de la mano y consiguen que el lector -yo, en este caso- pasen un rato de lectura emocionante, divertido y adrenalínico.
Si en las anteriores entregas de Los Seis Secretos habíamos disfrutado del arte de Dale Eaglesham y de Brad Walker, en este caso contamos con la presencia de la dibujante australiana Nicola Scott, que aporta un dibujo fresco, enérgico, dinámico, capaz de llenar páginas con viñeta tras viñeta repleta de toneladas de personajes y acción sin resultar confusa y que además maneja el tempo narrativo de la historia con una gran maestria, resultando tan intensa una conversación de supermercado o un paseo en coche como la tortura de un personaje o el asalto frontal de decenas de villanos contra nuestros antihéroes. Además, las portadas que realiza aportan un plus de humor y cachondeo a la serie que resulta refrescante y muy de agradecer a la hora de restar dramatismo al contenido del tebeo.
En resumidas cuentas, un título a tener muy en cuenta de cara a la publicación de las próximas aventuras del grupo en el que la guionista Gail Simone parece seguir ofreciendo uno de sus mejores trabajos hasta la fecha, bien arropada por una dibujante competente y eficaz y ofreciendo un nivel de calidad que, por el momento no ha decrecido desde aquella primera visita a la mansión de los nuevos Seis Secretos. Diversión a raudales para lectores sin prejuicios y lectura imprescindible para los seguidores de cualquiera de estos personajes -sobre todo Catman y Deadshot, que siguen llevándose la parte del león de la historia con permiso de un Ragdoll atractivo y repulsivo a partes iguales y de un Bane que se destapa como gran personaje más allá de haber sido el villano creado para romper a Batman-, que aumentan número a número su carisma y que prometen más y mejores historias de cara a un futuro esperemos que no muy lejano.
2 comentarios:
A mí me gustó el Villanos de la cuenta atrás a Crisis Infinita, me pareció un tebeo bastante entretenido, pero no le había hincado el diente a ninguno de los tomos que se han publicado posteriormente, tomo nota para futuras referencias. Saludos.
Como se suele decir, Jaime, este tebeo es forraje del bueno. No te toma por tonto ni se dedica a reciclar conceptos, tira hacia adelante con todo lo que tiene y lo arrolla todo con su cinismo, actitud y toneladas de acción. Le tengo que pegar un repaso al conjunto a ver si resiste el juicio de la relectura, pero para mí que el veredicto va a ser: moooooola. ¡Un abrazo, caballero!
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