Durante largo tiempo una oscura alianza se ha venido gestando de forma inadvertida en el seno del Universo DC. Alrededor de la fría planificación de Lex Luthor, el poder y la determinación de Black Adam, la información manejada por Calculador, los recursos de Thalia Ras Al Ghul, las mortales habilidades de Deathstroke y las manipulaciones mentales del Dr. Psycho, se ha creado un auténtico ejército que reúne a criminales súper poderosos y villanos de toda clase y condición, una auténtica Sociedad del Mal cuyos fines no están claros pero que no cesa de aumentar sus filas.
Precisamente con el reclutamiento de decenas de nuevos miembros (Sabacc, Mantha, Cheetah, Cicada, Prometeo, Grodd, Mr. Frío) da inicio la miniserie de seis números Villanos Unidos. El intento de reclutar a Tom Blake, Catman, en la sabana africana por parte de Thalia y Psycho se salda con un rotundo fracaso, lo cual hace sonar todas las alarmas de la nueva Sociedad, que decide ejemplarizar en el caso de Blake y mandar un mensaje así a cualquier otro que rechace incrementar sus filas. Catman será finalmente reclutado cuando la manada de leones con la que vive es brutalmente masacrada, pero no por la Sociedad, sino por los Seis Secretos, un grupo de dobles outsiders -ya que están al margen de la ley y son perseguidos igualmente por la Sociedad del Mal- formado por Scandal (hija de Vandal Savage), Deadshot (el frío tirador Floyd Lawton, uno de los miembros más memorables del Escuadrón Suicida, serie que exige YA un Clásicos DC), Ragdoll (hijo del villano con el mismo nombre, con una personalidad esquizoide y masoquista cuyas articulaciones implantadas poseen una flexibilidad antinatural), Chesire (experta luchadora en toda clase de disciplinas de combate, villana durante décadas de los Titanes y madre –lo que son las cosas- de Lian, la hija de Arsenal) y Parademonio (miembro escindido nadie sabe cómo ni porqué de las huestes de demonios de Darkseid que comparte un vínculo muy fuerte con Ragdoll). El grupo recibe órdenes de un misterioso líder en la sombra, Sinsonte, que les irá proporcionando los diferentes objetivos a cubrir por el grupo y cuya principal misión será la de obstaculizar el crecimiento de la Sociedad y frenar sus avances.
(Nadie hace algo a cambio de nada, y muchos menos estos "angelitos".)
Durante una de esas misiones, la recuperación de un arma thanagariana, los Seis Secretos son emboscados y apresados, acabando en una base secreta de la Sociedad y disfrutando de unas agradables sesiones de tortura antes de lograr escapar. Las tensiones dentro de los Seis Secretos son continuas, girando la mayoría de ellas alrededor de Blake, en conflicto constante con Deadshot y con una ambigua relación con Chesire. Los eventos se precipitan y la mansión donde se ocultan los Seis Secretos será objeto de un asalto devastador y final por parte de la Sociedad del Mal, que envía a TODOS sus efectivos. Cómo cinco –han leído bien, cinco secretos, ya que los traidores no cuentan- pueden resistir contra cien es algo no sólo digno de leer sino uno de los tebeos más adrenalínicos y excitantes que un servidor ha leído en mucho tiempo. Finalmente Sinsonte queda revelado, y nos encontramos con que Lex Luthor está detrás de los dos grupos, aunque no necesariamente se trate del MISMO Alex Luthor....
Con los Cuatro Secretos a la fuga y el escenario preparado para la confrontación final entre Lex y Lex finaliza esta serie. Con las espadas en todo lo alto, como se suele decir.
(Si apaleas, secuestras y torturas a esta panda sólo puedes elegir entre una muerte rápida y sucia o una muerte lenta y sucia o....)
Con guiones de la por estos lares casi total desconocida Gail Simone (su trabajo en Aves de Presa o Superman no se ha editado todavía y mucho nos tememos que ya no aparezca jamás), la serie es muy dinámica, una auténtica explosión de acción a raudales, enfrentamientos a cara de perro, dramatismo, traiciones y sacrificio que introduce de lleno al lector en el desarrollo de la trama. Simone sabe mover a los personajes de un sitio a otro, hacer fluir los acontecimientos de forma natural y encajar todas las piezas para lograr uno de los clímax más satisfactorios que he disfrutado en mucho tiempo. Además, y por si fuera poco, logra caracterizar a los personajes de forma harto atractiva, tanto a los ya asentados (Deathstroke y Deadshot supuran carisma y peligro por los cuatro costados) como a los hasta ahora desaprovechados. En este sentido destaca sin duda la reconversión de Catman, que pasa de ser un villano de tercera a carismático y decidido antihéroe. Nada de lo anterior habría funcionado sin los espectaculares lápices de un inspiradísimo Dale Eaglesham (visto en Green Lantern, entre otras series), con un dibujo dinámico y espectacular, una narrativa muy fluida y una gran capacidad para estructurar páginas repletas de personajes sin que la composición parezca recargada o la narrativa confusa. También hay que citar la presencia del siempre eficaz Val Semeiks en los lápices del número 3, algo que sin duda fue necesario para mantener el listón de calidad en los restantes números.
(Dos de los villanos DC más carismáticos frente a frente. Estos dos respiran adrenalina, cagan mala leche y escupen balas. Si hiciesen una peli con ellos sólo me vienen a la cabeza dos nombres: Michael Bay en el guión y John Woo en la dirección.)
Además, sobre la edición de Planeta, cabe darle una enhorabuena y un tirón de orejas. Hay que felicitarles por el repaso al principio del tomo de los antecedentes a la serie –algo más difíciles de seguir por lo disperso de su aparición- y por la inclusión al final de las preciosas portadas de J. G. Jones así como de un índice señalando a los principales villanos que aparecen en la historia, en busca de una mayor comprensión del rico elenco de personajes del Universo DC por parte del aficionado español. En el debe de esa edición cabe citar que foros y blogs mencionaban la ausencia de una plancha del tebeo, plancha que aparecía en la edición en comic-book, pero al parecer no en el paperback. Mencionado queda.
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