La forja de una leyenda: Drunkeddolphin (y I)

Peter O'bear nació en el seno de una rica familia de ascendente irlandés en la costa de Florida. Relacionados con el clan Kennedy por parentesco y negocios, y con una próspera posición en la industria de refinados del petroleo, O'bear abandonó sus estudios de química y comenzó una carrera en biología marina que le convirtió en doctor en tiempo record. Enamorado del mar, de su fauna y su entorno, O'bear se trasladó a una casa en los cayos de Florida, donde instaló un labo en el que registrar sus investigaciones.

Durante meses centró sus investigaciones en una manada de delfines: su modo de comunicarse, sus hábitos de apareamiento, sus lazos familiares y sociales. Un loco romántico con los recursos adecuados, los conocimientos necesarios y el tiempo adecuado para preparar una espectacular puesta en escena habría hecho exactamente lo mismo que O'bear. Un acceso desde su mansión a un hangar cercano, un mini submarino con forma de Delfín, un traje especial de buceo capaz de resistir altas presiones, mini bombonas de aire con el quintuple de capacidad que las normales y toda una serie de gadgets sirvieron al DareDolphin para darse a conocer en una labor de lucha contra industrias contaminantes, cargueros peligrosos, traficantes que usaban los cayos como escondite y otras amenazas contra el medioambiente. Durante unos años fue el ídolo de Green Peace y otros grupos ecologistas no solo por su lucha contra la contaminación marina y el daño a las especies acuáticas, sino por sus estudios sobre la contaminación y las corrientes, o la comunicación entre delfines.

Esa meritoria labor no podía dejar de levantar muchos resquemores entre la industria petrolera tejana, obligada a aumentar costes para reducir su impacto medioambiental, y odios entre los narcos de toda la costa este, que habian perdido decenas de millones de dólares con los envíos interceptados por el osado "héroe de los 7 mares", como la prensa le apodaba pintorescamente. Su popularidad tras evitar la desastrosa colisión de un petrolero en un arrecife llegó a extremos tales que realizó incluso apariciones públicas en partidos de los Miami Dolphins. Gracias a sus avances en investigación de comunicación no verbal con los delfines llegó a ganarse la confianza de un grupo entero que le ayudó en algunas de sus aventuras. Eventualmenta uno de ellos fue encumbrado por la prensa a la categoría de ayudante con el nombre de SilverRay. Pero como todos los personajes populares, la envidia y el resentimiento de muchos se escondía tras los halagos y elogios.

El Príncipe del mar, Peter O'Bear, el Daredolphin, acudió a una llamada de socorro de una plataforma petrolífera; un vertido incontrolado amenazaba con afectar a toda la costa este de los EEUU. Con él iba todo el grupo de delfines. En efecto se había producido un escape que se había dispuesto en dos anillos más o menos concéntricos. Los delfines con una red especial cercaban el primero mientras que él con el minisub se encargaba de rodear el segundo, cuando estalló la tragedia. Los dos círculos comenzaron a arder, mientras la plataforma sufría una violenta explosión. Muchos de los delfines quedaron aturdidos y no pudieron escapar de la caldera hirviente en que se había convertido aquel pedacito de mar. Los que se pusieron a salvo perecieron por los disparos de un grupo de helicopteros que también intentó acabar con la vida de O'Bear. Sólo SilverRay y Fastbullet escaparon ilesos de aquella carnicería orquestada cuidadosamente y durante meses por una alianza oscura entre el dinero de Tejas y el de Miami.

Con graves heridas en un brazo y la fe rota en el hombre para siempre O'Bear permaneció retirado un año, hasta que reapareció, empleando métodos expeditivos y brutales que le granjearon una notoria hostilidad en una prensa que había aguardado mucho tiempo hasta verle caer en desgracia. Durante el arresto de unos notorios traficantes, que recibieron una paliza importante, uno de ellos le gritó "Maldito delfín brorracho!" lo cual fue recogido tal cual por los reporteros. Drunkeddolphin fue el epiteto con el que se le conoció de ahí en adelante. Eventualmente, al cabo del tiempo, los que provocaron el atentado de la plataforma fueron encarcelados, entre ellos un primo hermano que actuaba siguiendo las órdenes de la familia O'Bear, cuyos intereses petrolíferos se habían visto seriamente perjudicados. Cada vez más expeditivo O'bear parecía haber perdido completamente el rumbo de su vida y el sentido de sus acciones.

(To be continued...)