La génesis de la forja de una leyenda: Drunkeddolphin (y III)

Leticia, mientras se espolsaba un tema de administración pública y otro de administración de universidades, y para relajar algo la mente, decidió hacer el dibujín este a modo de coña sobre el personajillo creado para ese miniconcurso de Las neuronas de la langosta. Y como hoy estoy algo perrillo y no me apetece darle mucho más al teclado paso a comentaros algo de la génesis del personaje.

El origen, por supuesto, está en esa rara especie de delfín borrachuzo, satirillo, y espero que adorable, que se avista en Avilés una vez al año, en Alicante un par y en Elche unas cuantas más. Hacer encajar el nombre con un carácter superheroico es casi imposible, así que primero decidí crear un descabellado argumento que implicaba viajes en el tiempo fallidos, evolución diferente en el plazo de un millón de años, una civilización submarina en guerra... Vamos, un refrito de Aquaman, Las crónicas de Atlantis, Los 4400, Namor, Terminator, Tiburón... Cuando llevaba dos páginas de texto y aquello estaba arrancando decidí simplificar, hacerlo al estilo Stan-Lee (animal inspirador, problemas personales a cascoporro y muy poca vergüenza) y emparentarlo con esos personajes DC de la Silver Age, los Sea Devils. El resultado, afortunadamente para todos, se acaba aquí y ahora [a no ser que Paul Levitz me ofrezca integrar al personaje en el Universo DC como miembro de la JSA...]. Por lo menos no puedo dejar de decir que siempre es divertido escribir chorradicas así repletas de inconsistencias y barbaridades. ¡Vivan los comics sesenteros de aventuricas y ciencia-ficción!