Empezamos con este mini repaso a lo vivido en Unicomic 2006. El viernes por la tarde, y tras la jornada de curro habitual y después de que Leticia se recuperara casi milagrosamente de una jaqueca atroz asistimos a la charla del argentino Eduardo Risso. Con dos décadas de trabajo a sus espaldas este autor, perfecto conocedor de tres mercados tan dispares como el argentino, el europeo y el yanqui, dio un repaso a su carrera, desde las iniciales lecciones de Breccia padre, hasta sus asiduas colaboraciones con guionistas como Barreiro, Trillo o Azzarello. Honestamente es esta última etapa de su carrera la que a mí más me interesa, la que le ha llevado a aguantar cinco años en 100 balas (y los que le faltan) convirtiendo el título mensual en una colección casi de culto, con un grupo no excesivamente numeroso de aficionados que la compran ya sea mes a mes o en su recopilación en paperbacks y que han garantizado su supervivencia hasta ese número 100, en el que presumiblemente cada bala encontrará su adecuado receptor. Muy amena y divertida la charla se pasó en un tris, a la que siguió la correspondiente sesión de firmas. Aquí se logró el objetivo ansiado, precisamente el que está terminando en la primera instantánea.
Tras el abandono momentáneo de mi santa, que marchó de vuelta a casa a reposar su cabecita, servidor contó con los buenos refuerzos de Cris y Fran Constantine, Mike-Buffy y los madrileños Adri y Edu -junto con Armando, Pablo, Zubiarra o Jorge Iván- para afrontar una noche de comilona friki repleta de rollitos de amor y jarras de cerveza -¡¡a 13 eurazos la unidad!!- y de copazos cherokeeianos. De todo lo cual muy convenientemente no queda prueba gráfica alguna. Gracias a Chtulu.
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