Lunes enlutado

Antes de nada, debo pedir disculpas por haber bajado mi ritmo habitual. Diversas obligaciones de todo tipo, y muchas de ellas dentro del campo del ocio y el esparcimiento personal, todo sea dicho, me impidieron mantener el deseado ritmo de cinco entradas semanales, faltando incluso la habitual sección dedicada a los sketchs. La semana que viene para compensarlo espero poder subir dos dibujos de un mismo autor y si se tercia, hablar de su obra. A modo de avance decir que viajaremos para ello –virtualmente- a un país vecino.

Más cosas, más cosas… Desde aquí me uno con pesar a los muchos blogueros que han dedicado unas líneas a las dos pérdidas que el séptimo arte ha sufrido esta semana. El 8 de noviembre nos dejaba Basil Poleoduris, compositor de partituras inolvidables como las de Conan, Robocop, Amanecer Rojo o La caza del Octubre Rojo. Sus composiciones se caracterizaban por la versalitidad, ya que tan pronto componía una marcha épica repleta de coros y percusión como ilustraba con su partitura las imágenes de films como El lago azul.

Igualmente sentida por Plissken –como no podía ser de otra manera, cada vez quedan menos tipos genuinamente duros- fue la partida de Jack Palance, el granítico actor experto en villanos y secundarios carismáticos que daba miedo hiciera lo que hiciera. Desde Pánico en las calles hasta Shane (Raíces profundas), desde Los profesionales hasta Cowboys de ciudad, en cualquier película que Palance apareciera se podía estar seguro de que por lo menos su actuación sería solvente.

Una recomendación desde aquí, de un film que no será mencionado en ninguno de los reportajes o comentarios sobre el actor: Solos en la oscuridad de Jack Sholder. En esa película un grupo de psicópatas evadidos gracias a un apagón asediarán la casa del doctor que experimentó con ellos durante años. Junto a Palance, Martin Landau, Donald Pleasance y Dwight Shulz, un reparto perfecto para interpretar a maníacos, desequilibrados y psicópatas llevados al límite. Sucia, inquietante y dirigida con pulso maestro por un Sholder en plena forma (y que tres años después nos regalaría esa perla del fantastique que es Hidden, el oculto).

Más cosas todavía… Dados los problemas que Tebelogs ha venido dando para los que nos hemos pasado a Blogger Beta, y a la espera de que se solucionen satisfactoriamente, he decidido suscribir este vuestro blog amigo a la Unión de Blogueros Hispanos. Desde aquí saludamos y damos la bienvenida a todos los que lleguen aquí de causalidad y dediquen algo de su tiempo a leer estas líneas. Como ya dijera hace una eternidad, en la presentación de este blog: Bienvenidos a la raza humana.

Y desde Raíces profundas, una de las películas del oeste más bellas, tristes e inolvidables que servidor recuerda, llega esta canción clásica del viejo oeste, de esa época mitificada por el western donde los tipos duros campaban por la pradera a sus anchas con la única compañía de su caballo. Ese lugar donde Jack Palance encajaba a la perfección, aunque sólo fuese de mentira…

Por favor, recuerden ustedes lo que les digo todas las semanas. Tengan cuidado ahí fuera.

I Ride an Old Paint

I ride an old paint, I lead an old dan
I'm goin' to Montana to throw the hoolihan
They feed in the coulees, they water in the draw
Their tails are all matted, their backs are all raw

CHORUS:
Ride around little dogies, ride around them slow
For the fiery and snuffy are rarin' to go

Old Bill Jones had a daughter and a son
One went to college, the other went wrong
His wife, she got killed in a poolroom fight
But still he's a-singin' from mornin' till night

CHORUS

When I die, take my saddle from the wall
Place it on my old pony, lead him out of his stall
Tie my bones to my saddle and turn our faces to the West
And we'll ride the prairie we love the best

CHORUS

I ride an old paint, I lead an old dan
I'm goin' to Montana to throw the hoolihan
They feed in the coulees, they water in the draw
Their tails are all matted, and their backs are all raw

CHORUS