Spiderman 3: lo que se nos viene encima

Al margen de los típicos teasers y fakes hechos por aficionados con buena voluntad y diversa fortuna, el fandom esperaba el trailer de Spiderman 3 con verdadera ansia. La semana pasada se colgó en multitud de webs y blogs, así que ni me voy a molestar en poner enlaces, ya que doy por SEGURO que ya lo habéis visto, que sois todos una panda de frikis. Como debe ser.

Y qué decir del avance salvo que toca comerse las uñas hasta su estreno -4 de mayo de 2007, así que ya sabéis, no hagáis planes para ese viernes-. Desde el inicio, con la música de Elfman y los coros a toda pastilla, uno se hace a la idea de por donde van a ir los tiros. Éste va a ser el Episodio III de Spiderman, el capítulo final de la trilogía, y parece que los responsables no se van a andar con chiquitas, empezando por la vida personal de Peter Parker, complicada con ofertas de matrimonio, cargas de responsabilidad, competencia laboral y remordimientos del pasado. A ello se suma la aparición del Hombre de Arena, de cierto simbionte por todos conocido y de un Harry Osborn que ha asumido el manto de su padre -modificando el traje, bien es cierto- y que está decidido a acabar con la vida de su antiguo amigo. Lo que muestra deja al aficionado apabullado, al borde del éxtasis friki por todas las referencias que aparecen -desde Eddie Brock a la escena de Spiderman librándose del traje al son de las campanas, una de mis escenas favoritas de los comics que leí allá por el 88, a ese plano de Peter cayendo al vacío mientras intenta agarrar un anillo de compromiso-, pero todavía más importante es lo que no nos enseña. Veneno no aparece por ningún lado, y a Gwen Stacy se la ve un milisegundo, pero ese instante ya ha bastado para que me enamore del personaje, al igual que lo estaba en los comics (y para los curiosos, para mí Pecados del Pasado, NO EXISTE como saga). La gran duda -para mí por lo menos- es de dónde vendrá el dichoso traje, y espero que no hagan coincidir su génesis con un experimento fallido que también cree al Hombre de Arena de la misma tacada. Igualmente, a mi corazoncito de aficionado le encantaría ver una muerte trágica como colofón, pero como la rubia apesta a cadáver, pues mejor que lo dejen en conato de triángulo amoroso y arreglado. Y ya sólo queda esperar un poco.

Cierro con las palabras de May a Peter: Ben no habría querido que viviéramos con la venganza en nuestros corazones, es como un veneno que podría apoderarse de ti y convertirse en algo horrible. Yummmm.

[A modo de homenaje al film y de autoexhibicionismo, dejo un montaje realizado por la Elfa oscura.]