La serie está narrada con todo el oficio de alguien que lleva escribiendo durante años dentro del género policíaco, tomándose su tiempo para caracterizar a unos personajes que si bien son de sobra conocidos, aquí aparecen con unos matices aún más delicados de reflejar. Además, Meltzer, del que desconozco su obra literaria y sólo he disfrutado La misión del arquero (una delicia en la que ya apuntaba maneras y que demostraba un conocimiento de los personajes que manejaba con soltura, cariño y respeto a su continuidad) juega con las voces narrativas y el montaje paralelo, dando como resultado un tebeo bien construido literariamente. La variación del narrador, dependiendo de quién sea el personaje que centra la acción nos permite meternos en la cabeza de Oliver Queen (indiscutiblemente el protagonista más destacado), de Ray Palmer, de Tim Drake... Los montajes paralelos, sobre todo dos de ellos (y que curiosamente acaban trágicamente en ambos casos) crean una sensación de incertidumbre y tensión muy acentuadas, aumentando si cabe el suspense de las situaciones narradas.
La gran sorpresa para mí fue comprobar que el dibujante de Hawkman, una serie que me dejó frío en sus primeros números, Rags Morales, había evolucionado asombrosamente tanto a nivel narrativo como artístico, ofreciendo unos personajes rotundos y dinámicos, unas escenas de acción brutales y electrizantes. Además, superaba con creces la nota al lograr que las viñetas de multitud no aparecieran deslabazadas o amontonadas. No habría que restar mérito al entintador –antaño dibujante- Michael Bair. ¿Y qué decir de las portadas? Me encanta Michael Turner, así que me parecieron todas espectaculares. Ni más ni menos que lo que requería una serie de este calibre.
Pese a que Pep me la dejó en el momento de su aparición, y a que devoré los siete números no me resistí a adquirir el hardcover, ya que no las tenía todas conmigo en cuanto al futuro de DC en España. Como soy tonto, he vuelto a comprar la edición de Planeta y a sufrir con el dolor de Ralph Dibny (pues no le queda nada), a lamentar la pérdida de la vivaracha y simpática Sue (a quien recordamos todos de aquellos embolaos en la embajada de Paris de la JLE) y a compartir la pena de Tim Drake (al pobre muchacho se la tienen bien jurada). Hasta consigue Meltzer que un capullo como el Capitán Boomerang nos resulte, si no simpático, sí merecedor de cierta simpatía.
No es Watchmen, desde luego, pero para mí fue el mejor tebeo de pijamas editado como novedad el año pasado en España, así que el encabezar el Top Ten de Tebelogs me pareció de lo más justo.
11 comentarios:
Bueno, pues casi que mejor me lo leo antes de opinar, no?
Estpy contigo, muy buena reseña, por cierto.
Pues a mí que me dejó un poco frío...
WARNING:
Pienso leer este post, si alguien suelta un spoiler me comere su higado, y no pienso usar anestesia (Hanibal es un mariquita a mi lado)
Adri:
Hombre, intenté no poner destripes argumentales, pero la primera víctima de la serie no podía dejar de mencionarla (y de recordarla). Por cierto, voy a buscar por casa a ver si encuentro lo que quiero y veré de colgarlo.
Ternin:
Me alegro que le gustara también, y me alegro más de ver que ha recuperado el ritmillo.
¡Y muchas felicidades, por cierto!
(Por convertirse en una patata casada ;D)
Pablo:
Pues es una pena porque de veras que es el tebeo que más me emocionó el 2004 junto con los dos arcos argumentales finales de Starman. Y luego el Cuenta atrás... pero de ése hablaré en breve.
Debería leer cosas con gente que no va en pijama por ahí, por ampliar miras, hombre...
Fran:
Y si no van en pijama, ¿qué llevan, camisón? Por Crom, con más tiempo, dinero y espacio podría llegar a leer hasta a Fermín Solís, pero me da a mí que no ;)
Vaya, Pedro. Pues a mí Fermín la verdad es que me encanta casi todo lo que hace. Me resulta muy cercano. Si no los has leído, te recomiendo "Los días más largos" y "El año que vimos nevar".
Pablo:
Si no lo dudo, pero realmente empieza a ser preocupante mis problemas con el DET (dinero-especio-tiempo). Probaré con Los días más largos a ver que tal, aunque el slice of life no sea mi género ;)
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