miércoles, enero 31, 2007

Crisis de identidad: Los viejos malos tiempos

Ríos de tinta se han vertido sobre esta serie limitada, publicada en los USA en el año 2004 . Escrita por el novelista Brad Meltzer e ilustrada por Rags Morales la serie gozó de tal éxito de ventas que supuso un buen banderín de enganche para la renovación del Universo DC que Dan Didio (editor en jefe de la casa) al parecer tenía en mente desde hace tiempo. Pero vayamos por partes.




Dado que hace dos meses de su publicación completa, destripo el argumento completamente, salvo el final. Avisados están. La esposa del Hombre Elástico, Sue, es asesinada brutalmente en su hogar mientras Ralph está de patrulla. Inmediatamente la comunidad superheroica, conmocionada por lo cercano de la tragedia y por las posibles implicaciones del crimen -o sea, que todos los familiares y amigos de cada héroe corran un peligro cierto de sufrir daño- inicia una serie de investigaciones al respecto que no harán más que destapar una caja de pandora que llevaba cerrada años y que convulsionará la imagen, los valores y las creencias de muchos de los personajes implicados. La aparente culpabilidad del Doctor Luz y su persecución harán que éste recurra a la protección de Deathstroke. Lo que motiva esa encarnizada caza es que años atrás el Doctor Luz asaltó el satélite de la Liga de la Justicia, hallando sola a Sue Dibny, a la cual violó sin miramiento. No contento con ello, tras ser reducido por los leaguers resentes, amenazó a todos y cada uno de ellos con atacarles donde más daño podía hacer: familias, amigos... Tras una ajustadísima votación se decidió borrar la mente de Light, lobotomizarle mediante la magia de Zatanna, dejándole como un pelele que luchara con los Jóvenes Titanes y perdiera una y otra vez. Las investigaciones de las escenas del crimen (porque Sue Dibny no es la única víctima de esta Crisis de Identidad) los movimientos en el hampa superheróica ante tal acoso y las relaciones familiares entre héroes y villanos conducirán los acontecimientos hacia una sorprendente y dramática conclusión cuyas repercusiones a largo plazo alterarán el Universo DC tal y como lo conocemos.

La serie está narrada con todo el oficio de alguien que lleva escribiendo durante años dentro del género policíaco, tomándose su tiempo para caracterizar a unos personajes que si bien son de sobra conocidos, aquí aparecen con unos matices aún más delicados de reflejar. Además, Meltzer, del que desconozco su obra literaria y sólo he disfrutado La misión del arquero (una delicia en la que ya apuntaba maneras y que demostraba un conocimiento de los personajes que manejaba con soltura, cariño y respeto a su continuidad) juega con las voces narrativas y el montaje paralelo, dando como resultado un tebeo bien construido literariamente. La variación del narrador, dependiendo de quién sea el personaje que centra la acción nos permite meternos en la cabeza de Oliver Queen (indiscutiblemente el protagonista más destacado), de Ray Palmer, de Tim Drake... Los montajes paralelos, sobre todo dos de ellos (y que curiosamente acaban trágicamente en ambos casos) crean una sensación de incertidumbre y tensión muy acentuadas, aumentando si cabe el suspense de las situaciones narradas.




La gran sorpresa para mí fue comprobar que el dibujante de Hawkman, una serie que me dejó frío en sus primeros números, Rags Morales, había evolucionado asombrosamente tanto a nivel narrativo como artístico, ofreciendo unos personajes rotundos y dinámicos, unas escenas de acción brutales y electrizantes. Además, superaba con creces la nota al lograr que las viñetas de multitud no aparecieran deslabazadas o amontonadas. No habría que restar mérito al entintador –antaño dibujante- Michael Bair. ¿Y qué decir de las portadas? Me encanta Michael Turner, así que me parecieron todas espectaculares. Ni más ni menos que lo que requería una serie de este calibre.

Pese a que Pep me la dejó en el momento de su aparición, y a que devoré los siete números no me resistí a adquirir el hardcover, ya que no las tenía todas conmigo en cuanto al futuro de DC en España. Como soy tonto, he vuelto a comprar la edición de Planeta y a sufrir con el dolor de Ralph Dibny (pues no le queda nada), a lamentar la pérdida de la vivaracha y simpática Sue (a quien recordamos todos de aquellos embolaos en la embajada de Paris de la JLE) y a compartir la pena de Tim Drake (al pobre muchacho se la tienen bien jurada). Hasta consigue Meltzer que un capullo como el Capitán Boomerang nos resulte, si no simpático, sí merecedor de cierta simpatía.


No es Watchmen, desde luego, pero para mí fue el mejor tebeo de pijamas editado como novedad el año pasado en España, así que el encabezar el Top Ten de Tebelogs me pareció de lo más justo. Posted by Picasa

11 comentarios:

Anónimo dijo...

Bueno, pues casi que mejor me lo leo antes de opinar, no?

Pablo G. Naranjo dijo...

Estpy contigo, muy buena reseña, por cierto.

Anónimo dijo...

Pues a mí que me dejó un poco frío...

Anónimo dijo...

WARNING:

Pienso leer este post, si alguien suelta un spoiler me comere su higado, y no pienso usar anestesia (Hanibal es un mariquita a mi lado)

Plissken dijo...

Adri:

Hombre, intenté no poner destripes argumentales, pero la primera víctima de la serie no podía dejar de mencionarla (y de recordarla). Por cierto, voy a buscar por casa a ver si encuentro lo que quiero y veré de colgarlo.

Plissken dijo...

Ternin:

Me alegro que le gustara también, y me alegro más de ver que ha recuperado el ritmillo.

¡Y muchas felicidades, por cierto!

(Por convertirse en una patata casada ;D)

Plissken dijo...

Pablo:

Pues es una pena porque de veras que es el tebeo que más me emocionó el 2004 junto con los dos arcos argumentales finales de Starman. Y luego el Cuenta atrás... pero de ése hablaré en breve.

Francisco J. Ortiz dijo...

Debería leer cosas con gente que no va en pijama por ahí, por ampliar miras, hombre...

Plissken dijo...

Fran:

Y si no van en pijama, ¿qué llevan, camisón? Por Crom, con más tiempo, dinero y espacio podría llegar a leer hasta a Fermín Solís, pero me da a mí que no ;)

Anónimo dijo...

Vaya, Pedro. Pues a mí Fermín la verdad es que me encanta casi todo lo que hace. Me resulta muy cercano. Si no los has leído, te recomiendo "Los días más largos" y "El año que vimos nevar".

Plissken dijo...

Pablo:

Si no lo dudo, pero realmente empieza a ser preocupante mis problemas con el DET (dinero-especio-tiempo). Probaré con Los días más largos a ver que tal, aunque el slice of life no sea mi género ;)

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