No estaría de más dar un repaso por encima a la carrera de Mr. Layton, con más de 30 años a sus espaldas y un puñado de trabajos destacables y recordados por muchos aficionados. Para empezar, su etapa en Iron Man como co-argumentista y entintador de los lápices de John Romita Jr. supuso el revulsivo que el personaje necesitaba para afianzarse como un título a seguir dentro de la ebullición de talentos y de material de primera que se produjo en la Marvel de finales de los 70 y principios de los 80. Como autor completo realizó la mini-serie Hercules –aquí recopilada en uno de los primeros Extra Super-Héroes-, quizá la aventura en solitario más recordada de un personaje que creo ha sido un tanto desaprovechado al centrarse en su vis cómico-grandilocuente-soberbio-pedante. Suyos fueron los guiones de los primeros números de X-Factor antes de pegar el salto al vacío que supuso la creación de la editorial Valiant, proyecto impulsado por Jim Shooter, Barry Smith y el propio Layton entre otros. Pese a unos comienzos desastrosos, Bob tomó las riendas de la compañía y acabó saneándola antes de venderla a Acclaim por unos jugosos 65 millones de dólares. Me imagino que McFarlane, Liefeld o Lee fueron la 2ª generación de tránsfugas ambiciosos unos añitos más tarde.
No me resisto a hablar de sus puntuales proyectos para DC, como el diseño de la moderna Cazadora junto a Paul Levitz y una serie de colaboraciones con su amigo y maestro Dick Giordano, guionizando y entintando proyectos como Batman: Los caballeros oscuros de la mesa redonda o Batman: Caballero de Hollywood. Como se ve, el hombre no ha parado.
Y bueno, dejo ya de anarrosear la bio de Layton en su propia web, que les recomiendo aunque sólo sea por conocer en profundidad a este caballero que dibuja armaduras –y lo que le de la gana- como muy pocos.
De esta tanda Miscelánea Marvel/DC, por cierto, no quiero dejar de comentaros la expresión de Wonder Woman. Enamoradito me tiene.
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