Scott Free, Mister Milagro, practica un arriesgadísimo truco de escapismo en presencia de su socio Oberón y de su esposa Barda, truco que logra realizar in extremis para alborozo de su menudo amigo y desesperación de su mujer, harta de vivir en el filo de la navaja esperando a que un número de fuga o un supervillano acabe con la vida de su marido. La irrupción del lenguaraz y desvergonzado Funky Flashman, antaño representante de Mister Milagro, ofreciéndole un jugoso contrato por una gira hace estallar la ira de Barda y obliga a Scott a renunciar por el momento a la farándula. Mientras Scott se debate entre el amor por Barda y los tormentosos recuerdos de un pasado nada fácil, pues Scott Free era hijo del Alto Padre de Nueva Genesis y fue intercambiado por Orion, hijo de Darkseid, como manera de garantizar la paz entre ambos mundos, paz que se consiguió a costa de su sufrimiento, su tortura y la muerte de su mejor amigo. Mientras tanto Oberón ha buscado seguir en el mundo del espectáculo entrando en contacto con un circo ambulante al borde de la bancarrota. Todos ellos son ajenos a las órdenes que Darkseid dicta en Apokolips, exigiendo la muerte del hijo pródigo, el único ser vivo que resistió a su voluntad y logró escapar de las garras de la Abuela Bondad. Tras un primer ataque frustrado de Kalibak, las maquinaciones de Darkseid y las de Funky Flashman acabarán confluyendo para atraer a Mister Milagro al circo y a un truco que bien pudiera ser el último para Mister Milagro y los suyos.
Este número especial, publicado en 1987 (y que aquí vemos con, veamos, 20 años de retraso) es un sentido, sincero y logradísimo homenaje al universo del Cuarto Mundo creado por Kirby, y en él aparecen muchos de los conceptos creados por el Rey, desde los protagonistas Milagro, Barda y Oberón a Darkseid y sus secuaces (Desaad, Kalibak, Abuela Bondad), mencionándose de pasada a Lightray o los Jóvenes Eternos. Escribiendo el guión encontramos a Mark Evanier, autor de sobras conocido por traducir en palabras los gestos alocados con que Sergio Aragonés describe las aventuras de Groo, además de contar con una dilatada carrera en el mundo de la televisión y la animación. En el apartado artístico encontramos a un Steve The Dude Rude en plena forma y dejando por un momento los lápices de su obra más emblemática, Nexus, para realizar este divertimento repleto de homenajes al universo DC-Kirbyano. No es de extrañar la elección de ambos autores, pues a la pasión y devoción que Rude sentía por al autor, hasta el punto de asimilar algunos rasgos de su estilo, hay que añadir el hecho de que Mark Evanier llegó a trabajar como asistente del maestro Kirby. Si hacemos caso a la introducción del especial editado por Planeta DeAgostini, se dice que Kirby recibió con agrado el homenaje, y no sería para menos.
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