El Coyote fue creado en 1943 por la pluma de José Mallorquí como protagonista de una larguísima serie de novelas y tebeos escritos por el mismo autor gracias a la popularidad que alcanzó prácticamente desde el primer momento. La inspiración del personaje, y no hace falta haberlo leído o ser demasiado inteligente para darse cuenta, no es otra que El Zorro. En el seno de una California recién incorporada a los USA, el hijo de un rico hacendado, don César de Echagüe, decide hacer frente a las inquinas y malevolencias del pérfido gobernador escondiendo su identidad civilizada y un tanto cobarde de terrateniente hispano bajo el sombrero, el bigote falso y el antifaz de El Coyote, el azote del mal en California. Las novelas y tebeos fueron publicados de forma prácticamente ininterrumpida en nuestro país entre 1943 y el 2004, pasando por las editoriales Molino (1943), Clíper (1944-1953), Cid (1961-1964), Bruguera (1968-1971), Favencia (1973-1977), Forum (1983-1984), y Planeta DeAgostini (2003-2004). Para esta última reedición de las aventuras de El Coyote la editorial decidió encargar las portadas a los dibujantes Tony Fejzula y R. M. Guera. Esa práctica había sido la habitual de cada nueva edición de las obras de José Mallorquí, y así, Fejzula y Guera pasaban a convertirse en los últimos ilustradores de portadas de una lista que contaba con los ilustres nombres de Jano, Antonio Bernal y Salvador Fabá. La chapa que les acabo de soltar, sintetizada de lo poco que sé por notas de prensa y reseñas, de la reseña de la Wikipedia y de esta introducción con que Pere Olivé glosaba a Guera como ilustrador, viene a cuento porque fue El Coyote el personaje elegido por miss Sparks durante la sesión de firmas de hace dos semanitas y que tuvo como fruto un dibujo de lo más resultón, que hoy, un sábado como otro cualquiera, quiero compartir con todos ustedes. Qué tipo más majo, Guera...
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