El pilar fundamental sobre el que se asientan las bases súper-heroicas del Universo DC ha tenido tres claros referentes durante sus más de 60 años de historia. Wonder Woman, Superman y Batman han sido los pesos pesados de la editorial, las joyas de la corona, auténticos mitos en el mundo de ficción y leyendas fuera de él sobre las que se han creado las franquicias más rentables y las colecciones más duraderas de la casa. No es de extrañar que esos personajes capitales en importancia centraran buena parte del protagonismo de un proyecto tan cuidado y planificado como éste. Así, y al margen de su participación en las miniseries de la Cuenta Atrás… o en los spin-off derivados de ellos, a lo largo del año previo cada uno de ellos afrontó uno de los periodos más convulsos que se les recuerda en mucho tiempo. Podría decirse que Diana, Clark y Bruce debían llegar al comienzo de la Crisis al límite de su resistencia física y mental, y si algo hay que reconocerle a DiDio es haber sabido orquestar un tapiz repleto de épica, drama, tragedia y tensión para cada uno de ellos que culminaría con el desencuentro definitivo a raiz del asesinato de Max Lord por parte de Wonder Woman.
Comencemos por Diana. El Olimpo vive tiempos convulsos, pues Hera ha ocupado el lugar de Zeus como diosa suprema y éste no se lo ha tomado nada bien. Una alianza forjada con rencor y alimentada con odio unirá al despechado Zeus, a Poseidón y a Hades en un juego sutil de ataques contra las amazonas y contra Diana para dañar indirectamente a Hera. Además, por si fuera poco, Circe la bruja se alía con la Medusa y sus hermanas con el objetivo de destruir definitivamente a una Wonder Woman cuya vida ya es bastante complicada de por sí al tener que lidiar con dementes peligrosos como Psycho o las arteras maquinaciones de la empresa farmacéutica CAP. En la saga De piedra (WW 206 a 211) Diana hace frente a Medusa y sus aliadas, las cuales atacarán a los suyos de un modo dramático y obligarán a Diana a luchar con todas sus fuerzas contra ellas. Para derrotar a Medusa en una lucha feroz en un estadio repleto de gente Diana no dudará en cegar sus ojos con veneno de la gorgona y tras eso cortarle la cabeza. Es la primera vez que la gente ve matar a Wonder Woman, y desgraciadamente no será la última.
En la saga Las Puertas de Bronce (WW 215-217) se resuelve finalmente la trama que Greg Rucka ha venido desarrollando durante los últimos años. Acompañada por Wonder Girl y el minotauro Ferdinand Diana descenderá al mismísimo Inframundo para enfrentarse a las huestes de Hades y liberar a Hermes, dios sanador y mensajero de los dioses. El camino de Diana antes de descubrir que uno de sus más estrechos colaboradores es un infiltrado de la organización ultrasecreta Jaquemate ha sido sin duda todo un infierno, pero como siempre, todo es susceptible de empeorar.
Las cosas no han ido mejor para el Hombre de Acero. Dos serias amenazas han tenido a Superman y a sus aliados en jaque y han estado a punto de costarle su vida y la de sus seres más queridos. Chuck Austen es el encargado de narrar el devastador ataque de Gog (Villano de Kingdom Come) y todo un ejército de seres superpoderosos contra Superman y sus aliados, en la saga desarrollada en Action Comics entre los números 815 y 825, finalizando con una batalla demoledora y épica en la que el mejor aliado de Superman acabará siendo el que fuera su asesino años atrás, un Doomsday que hará frente a los Gogs de otras épocas con todo lo que tiene.
Greg Rucka no se queda atrás en lo que a espectacularidad, emoción y villanos carismáticos se refiere, y en Adventures of Superman la aparición del ser Battery disparará todas las alarmas. Pese a ser aparentemente un villano con todas las de la ley finalmente se descubrirá que Batería no es sino un peón de otro ser más poderoso y cuyas motivaciones están bastante claras: la destrucción de Superman y los suyos. Si las maquinaciones de Ruina no fueran suficientes para tener ocupado a Supes, hay que añadir el atentado sufrido por su esposa en tierras de Oriente Medio, en Umec, donde trabajaba como corresponsal de guerra (Adventures of Superman 631). La fragilidad del Hombre de Acero es puesta a prueba física y emocionalmente en otra larga saga planteada en el Adventures of Superman 627 y resuelta en el 647.
Realmente parece mentira que la situación del Hombre Murciélago haya sido tan mala como la de sus amiguitos, pero lo cierto es que Batman lo ha pasado incluso peor. El ambiente en Gotham ya venía enrarecido por los movimientos de Silencio en el ámbito criminal, pero el status de Gotham saltará por los aires con la saga Juegos de Guerra, un auténtico tour de force que afectará a todos los aliados de Batman dramáticamente y que culminará con la muerte de dos de sus más cercanos colaboradores y la pérdida de confianza del resto, ya que las decisiones a vida o muerte que habrá de tomar Bruce durante la crisis iniciada por Stephanie Brown, Spoiler. Ésta, temporalmente convertida en Robin estudió los planes de Batman para posibles contingencias futuras. Cuando Steph es considerada inadecuada para el manto de Robin ésta decide poner en marcha uno de esos planes, un “juego de guerra” para eliminar a la mayoría de familias criminales de la ciudad. Lamentablemente el plan se escapa de las manos de Stephanie y toda Gotham se verá sumergida en una guerra de bandas a escala global que anegará las calles de sangre. Un Robin obligado por las circunstancias a ceñirse de nuevo el uniforme –justo antes de la pérdida de su padre-, un Nightwing que se debate entre el remordimiento por haber provocado una muerte en Blüdhaven y el deber para con su mentor, una Oráculo que es dejada de lado y utilizada sin miramientos durante la crisis y un Batman forzado más allá de todo límite por las circunstancias llegan al final de Juegos de Guerra tras haber pagado un precio enorme en sangre (Spoiler y Orfeo) y en amistades (Oráculo abandona Gotham, Lesli Thomkins culpará a Bruce del desastre). Por si fuera poco la figura de Batman como vigilante es expuesta a la luz y su existencia deja de ser considerada una mera leyenda urbana para convertirse en prófugo de la justicia, a la vez que los bajos fondos de Gotham quedan en poder de un ser inmisericorde y letal, Máscara Negra.
No se vayan todavía, que llega el fin de fiesta, Bajo la Capucha. Un vigilante enmascarado con un casco rojo, perfectamente entrenado en lucha cuerpo a cuerpo, con una mente privilegiada y una determinación a prueba de bombas comienza a hacer mella en el imperio criminal de Máscara Negra. Eventualmente este Capucha Roja llegará a enfrentarse al mismísimo Batman que no podrá hacer frente a una verdad aterradora: bajo la capucha no se esconde otro que Jason Todd, al que viera morir a manos del Joker y cuyo uniforme en la cueva ha sido la carga de conciencia más grande que Bruce ha tenido que afrontar durante años. Cómo el tejido del espacio y el tiempo se ha podido plegar de tal manera que un Jason Todd de un universo alternativo en el que no murió en una explosión (se llega a utilizar la famosa página dibujada por Aparo para aquel número de Una muerte en la familia en la que los lectores decidieron si Jason Todd vivía o moría) ha llegado hasta el nuestro, es una cuestión que ya entronca definitivamente con Crisis Infinita.
Más de un año en la vida de la Santísima Trinidad de DC condensado en un post.
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