Me planteé por un momento presentar al último miembro de la familia Plissken-Sparks dentro de la serie de posts de la Escuela Jedi de Entrenamiento Felino, pero finalmente he optado por presentar a Leela con una entrada como la que tuvieron en su momento Leia, Amidala y Obi-Wan, aunque el caso es que a Leela a ustedes ya la conocen, pero solo de vista. Y ahora como siempre, paso a explicarme.
Desde hace ya varios años Miss Sparks y yo mismo hemos pasado a ser considerados por muchos eso que tan cariñosamente recibe el nombre de "locos de los gatos". En la Universidad suele haber siempre varias colonias de gatos que se establecen en un territorio más o menos estable en el que buscan su sustento, se cobijan y dormitan la mayor parte del día. Como tenemos el corazón blando y la voluntad débil, dos miradas tiernas de hambre y un par de maullidos lastimosos nos impulsaron a dejar comida a diario para aquellos gatos que, aun viviendo en un entorno mucho más placentero que la calle de una ciudad cualquiera, seguían sufriendo inconvenientes como la lluvia, las heladas, algún coche de reparto que circula por el campus y algún que otro perro que ciertos elementos pasean por la Universidad de Alicante incumpliendo todas las normativas referentes a la manera correcta de llevar perros grandes en público (sueltos y sin bozal, para entendernos). Cada mañana, a las siete y media y antes de fichar en el trabajo les cambiábamos el agua de un cuenco, les poníamos pienso y un poco de comida blanda para reforzar su alimentación y potenciar sus defensas. En la entrada The Replacements dejé buena muestra gráfica de ello, y es conveniente que ustedes vean las fotos que acompañan ese post para la perfecta comprensión de la historia. Durante meses y al margen de la lluvia o el frío o de que hubiesen pasado varios días de ausencia (uno tiende a tomarse vacaciones de cuando en cuando) allí estaban estos gatos en busca de su ración de comida y con el tiempo, de un poco de cariño que les ayudara a aguantar mejor el día a día.
Y de todos ellos, poco a poco la gatita tricolor nos fue cogiendo tanto aprecio -algo mutuo por otro lado- que ya no nos esperaba en nuestro edificio, sino que iba acercándose más y más hasta nuestra parada de autobús. Resultaba una tortura en invierno meterse en el edificio con calefacción y ver como Leia-2, como la llamábamos entonces, se quedaba sentada mirándonos mientras sus hermanos se ponían las botas. Ella sólo comía con nosotros, y en cuanto nos oía acudía corriendo a ver si podíamo dedicarle unas caricias. Aún así uno hace de tripas corazón y piensa que ya tiene tres gatos, que no puede salvarlos a todos... La situación se mantuvo así hasta este verano, cuando uno de los gatos de la foto, el naranja, desapareció sin más, y el color tierra apareció muerto bajo los setos de acceso a la carretera. Ante esa situación, la consciencia de la más que posible mortalidad de nuestra Leia-2, se montó un operativo de emergencia para rescatar nuestro tercer -y lamentablemente último- "gato de la calle" y proporcionar a la gata tricolor un hogar como el que se merecía desde mucho tiempo atrás. Y como los nombres de Star Wars femeninos ya no molaban nada (Padme, Ayyla...) optamos por ampliar el espectro friki hasta Futurama y llamar a la gatita como a Turanga Leela, la adorable cíclope/mutante huérfana que siempre tuvo a unos padres amorosos velando por ella en sus momentos más difíciles aun cuando ella no lo supiera. Con este poker de gatos cerramos el cupo de admisión de la Academia Jedi de Entrenamiento Felino por el momento. A continuación un par de instantáneas de Leela, en sus momentos de adaptación y ya con sus nuevos compañeros de piso totalmente adaptada.
Y de todos ellos, poco a poco la gatita tricolor nos fue cogiendo tanto aprecio -algo mutuo por otro lado- que ya no nos esperaba en nuestro edificio, sino que iba acercándose más y más hasta nuestra parada de autobús. Resultaba una tortura en invierno meterse en el edificio con calefacción y ver como Leia-2, como la llamábamos entonces, se quedaba sentada mirándonos mientras sus hermanos se ponían las botas. Ella sólo comía con nosotros, y en cuanto nos oía acudía corriendo a ver si podíamo dedicarle unas caricias. Aún así uno hace de tripas corazón y piensa que ya tiene tres gatos, que no puede salvarlos a todos... La situación se mantuvo así hasta este verano, cuando uno de los gatos de la foto, el naranja, desapareció sin más, y el color tierra apareció muerto bajo los setos de acceso a la carretera. Ante esa situación, la consciencia de la más que posible mortalidad de nuestra Leia-2, se montó un operativo de emergencia para rescatar nuestro tercer -y lamentablemente último- "gato de la calle" y proporcionar a la gata tricolor un hogar como el que se merecía desde mucho tiempo atrás. Y como los nombres de Star Wars femeninos ya no molaban nada (Padme, Ayyla...) optamos por ampliar el espectro friki hasta Futurama y llamar a la gatita como a Turanga Leela, la adorable cíclope/mutante huérfana que siempre tuvo a unos padres amorosos velando por ella en sus momentos más difíciles aun cuando ella no lo supiera. Con este poker de gatos cerramos el cupo de admisión de la Academia Jedi de Entrenamiento Felino por el momento. A continuación un par de instantáneas de Leela, en sus momentos de adaptación y ya con sus nuevos compañeros de piso totalmente adaptada.
13 comentarios:
Tenéis el corazón tan grade como la colección de comics, lindos gatitos , felices fiestas nos vemos.
Deberías cambiar el nombre del blog por el de gatetes y monetes. Al fin y al cabo es de gatitos y dibujos de lo que se habla :-D Ya me los imagino sentados en su sofa, viendo una peli, cubiertos por una manta de gatos ronroneantes.
Señor Pablo, genial lo de Gatetes y Monetes!! ;)
Ay, Pedrico, como sois los putos frikis de los gatos... grandes, grandes. Un abracico!
Pedro, recuerdame que NUNCA EN LA VIDA te lleve a la Estación de Cercanias de Principe Pio...
Ni me pidas que te haga fotos de la colonia de gatos que alli se encuentra...
Fliparias, palabra de otro amante de los gatos (y sufridor al verles pasear tranquilamente al lado de las vías).
Nacho
Y a que esperas para incluirme en la lista de CAF?
Jejejeje...
Nacho
Peticiones del lector:
Felicitación navideña rollo familia real de la familia Plissken-Sparks con su gatuna prole.
Juan, muchas gracias por el elogio, ya se lo he transmitido a los mininos, que le envían un purrrrr de felices fiestas :D
Pablo, ¡cómo nos ha calado! Aunque a veces es un poco incómodo el tener a un gato en el regazo y a otro medio recostado en el hombro, pero ellos son felices así ;D
Pep, tú estás todavía a la espera de encontrar tu Obi-Wan. Como se cruce un Garfield en tu camino entrarás de lleno en la secta, jejejeje.
Nacho, lamentablemente soy consciente de los miles de gatos que hay por ahí dejados de la mano de dios. Eso sí, si está en mi mano que por lo menos tengan alimento, comida no les va a faltar. Hay que ver lo que sufrimos los amantes/locos de los gatos, jejeje.
Mapashito, le tomo nota, a ver si hacemos algun family portrait para compartir con todos ustedes. Si la Familia Real usa el fotochó año sí año también... ¡nosotros no vamos a ser menos!
Hombre Pedro, a mi es que los pelos por la casa no me llaman mucho. Los animalicos me gustan, pero prefiero que estén en manos de gente dispuesta a darles el 100%. Aunque si en lugar de un Garfield se me cruza una Jennifer Gardner me pensaría lo de la adopción...
Tendremos que buscar a la Sydney Bristow que vimos el otro dia, jejejeje.
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