sábado, julio 25, 2009

Aquellos maravillos años: Exploradores, ¿quién no necesita una mano amiga cuando está perdido en el espacio?

Ben Crandall (Etahn Hawke) es un joven adolescente enamorado de la ciencia ficción y de todo lo relacionado con el espacio. Su vida se debate entre los tebeos y las películas de ciencia ficción clásica y sus sueños de llegar a alcanzar algún día el espacio y contactar con otras razas. Una noche tiene un sueño extraño en el que sobrevuela un escenario lleno de color y extrañas formas. Al día siguiente muestra un esquema de lo soñado a su mejor -y único- amigo, Wolfgang Müller (River Phoenix), que cree reconocer en los garabatos el prototipo de un circuito. Dado su carácter apocado y algo patoso Ben se mete en líos con los gamberros de la escuela, pero recibe la ayuda inesperada de Darren Woods (Jason Presson), un chaval con muchos problemas que viene de una familia desestructurada y cuyo futuro se presenta bastante aciago.


A partir de ese azaroso encuentro los tres muchachos comenzarán a forjar una sólida amistad entre ellos, compartiendo sus problemas y esperanzas. Ben, obsesionado con sus sueños, transmite el interés a sus amigos, y todos ellos se ven dentro del sueño, consiguiendo recordar mejor el esquema. Basándose en ese diseño Wolfgang desarrolla en el sótano de su casa -un verdadero laboratorio de científico loco en potencia- una extraña burbuja que se mueve en el espacio a velocidades imposibles y que atraviesa todo lo que se cruza en su camino. Un experimento posterior les demuestra que la burbuja puede hacerse más grande y llevarles en su interior. Sus jóvenes mentes bullen de excitación y un proyecto de locos va formándose cada vez con más fuerza.


La logística es lo primero, y con una cabina abandonada de una atracción de feria, varias puertas de lavadora a modo de escotilla, y unos rudimentarios equipos de respiración, los tres muchachos construyen una capsula espacial para viajar dentro de la burbuja. El nombre de la nave, tras una improvisada ceremonia de bautizo, es un homenaja al Boss, del que Darren es fan, Thunder Road. El viaje de prueba resulta caótica y acaba provocando graves daños en la ciudad, además de constatar los graves problemas de falta de oxígeno que existen en el interior de la burbuja. Por si fuera poco, un policía (Dick Miller) se acerca a los muchachos, sospechando de ellos como los causantes del desastre. Un nuevo sueño y la memoria de Wolfganf les proporcionarán una versión mejorada de la burbuja, con renovación de oxígeno incluída. Los tres amigos están preparados para ir donde ningún muchacho ha llegado antes.


Perseguidos de cerca por la policía, y asustados y excitados a partes iguales, Ben, Wolfgang y Darren emprenden el viaje definitivo para el que han estado preparando la Thunder Road desde el momento que tuvieron el primer sueño. Frente a ellos el espacio infinito y lo desconocido. Viajando a una velocidad mucho más allá de lo posible para la tecnología conocida, los tres muchachos acaban llegando a una gigantesca nave espacial repleta de conductos malolientes y robots sonda impertinentes. En el corazón de esa nave les esperan Wak (Robert Picardo) y Neek (Leslie Rickert), dos alienígenas completamente imbuidos de la cultura humana a través de la televisión y el cine. Un histórico encuentro interestelar tiene lugar a cientos de años luz de la Tierra, aunque el resultado final distará mucho de lo esperado por todos. De regreso a la Tierra un futuro lleno de excitantes aventuras se presenta para los tres amigos, ahora más unidos que nunca y confiados en sus propias capacidades y posibilidades.


De nuevo tenemos en esta sección al director Joe Dante, el cual junto a Richard Donner, Chris Columbus y Steven Spielberg se merecería un monumento por haber creado tal cantidad de cintas memorables que se tomaban lo suficientemente en serio a su audiencia como para crear películas sólidas, inteligentes, repletas de humor y con personajes mínimamente desarrollados. De todo eso hay en Exploradores, pero vamos por partes. Para empezar, el guión de Eric Luke se basa en dos pilares muy sólidos sobre los que se desarrolla la trama. Por un lado, los complejos, inseguridades y anhelos de la primera adolescencia, en la que comienzan a producirse los explosivos cambios hormonales, la amistad se torna un tanto más difícil -pero mucho más necesaria- y la muchachada debe recolocar sus coordenadas vitales para afrontar los retos del instituto, las primeras relaciones de pareja, o eso tan bonito que muchos llaman madurez y servidor entiende que llevado a su extremo último no es sino la muerte del niño interio. Todo eso queda perfectamente reflejado en la evolución personal de los tres protagonistas de la película, que tras su periplo estelar iniciático afrontarán la vida con más confianza sabiendo que a) no están solos para afrontar los problemas de la vida, y b) saben que han superado una situación que otros no habrían sido capaces de afrontar siquiera. Por otro lado, a través de Ben principalmente, se rinde un homenaje sentido a la ciencia ficción clasica que muchos hemos mamado en mayor o menor medida a través de reposiciones o ciclos televisivos, y así hay homenajes explicitos a Ultimatum a la Tierra, El enigma de otro mundo, La guerra de los mundos o Regreso a la Tierra. Por cierto, que este sería el trabajo más encomiable del guionista, que quince años después se encargaría de una larga etapa guionizando la serie de Wonder Woman (139-152, 156-159).


Partiendo de un libreto lleno de humor que dosifica a la perfección el elemento fantástico y lo va introduciendo poco a poco, primero mínimamente dentro de la peripecia costumbrista de los chavales, hasta acabar en el tercio final de la cinta con una space opera muy peculiar y llena de humor y emoción. Dante, que venía de dirigir Gremlins (1984) un año antes, se encuentra cada vez más cómodo en proyectos comerciales como este a los que imprime su peculiar personalidad cinematográfica, siempre repleta de referencias al cine y a la animación clásica y con gran capacidad para alternar atmósferas incluso dentro de un mismo plano, pasando del humor a la acción al suspense sin torcer el gesto ni desconcertar al espectador. La plantilla de actores habituales de Dante (Miller, Picardo) hace acto de presencia, al igual que los homenajes a Chuck Jones (el Instituo al que van Ben y compañía se llama Charles M. Jones), a cintas previas (hay un titular en un periodico que dice: Caos todavía sin aclarar en Kingston Fall's) y a películas clásicas del género (el trineo de Ciudadano Kane aparece en el desguace, un juguete de Encuentros en la tercera fase decora el sótano de Wolfgang). El gusto de Joe Dante por el humor acelerado y absurdo se manifiesta en las hilarantes primeras pruebas con la burbuja y en el antológico encuentro con Wak, que hace algo parecido a un monólodo descontextualizador alienígena sobre nuestra cultura popular que resulta antológico.



El reparto ofrece más sombras que luces, pero no por el resultado en pantalla, completamente cohesionado y lleno de encanto, sino por el futuro devenir de la carrera de sus protagonistas. Siendo el debut cinematográfico de los tres jóvenes actores, cada uno corrió diversa suerte. Jason Presson desapareció en el limbo tras unos cuantos telefilms. River Phoenix estalló como estrella juvenil de gran proyección y mayores dotes interpretativas pero su carrera se vio truncada por su repentina, absurda, prematura y triste muerte a los 23 años de edad. Ethan Hawke, por su parte, se tomó un breve descanso tras la película y en 1989 regresó con El club de los poetas muertos. A partir de ese momento desarrolló una de las carreras más solidas y personales del cine contemporáneo. Pero en Exploradores nos encontramos con tres adolescentes inseguros, frágiles cada uno a su modo y necesitados de una sólida amistad que les ayude a frontar los problemas de la vida diaria, desde ese difícil primer amor con la vecina guapa, la sobreprotección de los padres o la falta total de calor familiar. Resulta extraño que, como dice la frase promocional española, esa mano amiga venga del espacio.


En lo personal, vi la película en una copia pirata de videoclub y luego la volví a ver proyectada en un cine de verano, sólo que desde la terraza de mi edificio, a la que subía muchas noches para ver las películas que se proyectaban en el cercano cine descubierto. Resultó especialmente mágico estar allí arriba viendo la película y levantar la cabeza hacia el cielo, intentado adivinar alguna estrella más brillante que otra. Posteriormente llegó a mis manos la novelización de la película -que aún conservo- y que leí varias veces a lo largo de mi infanadolescencia. Esta película es una verdadera joyita del cine fantástico para toda la familia que recomiendo muy mucho a todos los que no la hayan disfrutado. Como Los goonies para los amantes de las historias de piratas, Exploradores propone una fantasía elaborada, emotiva y divertida para todos aquellos que de cuando en cuando levantábamos la mirada hacia el cielo estrellado y nos preguntábamos las mismas tópicas preguntas. Años después Robert Zemeckis (otro que se merece un monumento) haría algo similar para los adultos que no olvidaron esos sueños ni esas preguntas. La película se llamó Contact y, en el fondo, el mensaje era el mismo. Todos necesitamos una mano amiga en el universo... y no estaría de más que hubiera alguien ahí fuera que nos la pudiera ofrecer.



Video homenaje a la película con música de James Horner (Rocketeer)

7 comentarios:

Bruce dijo...

Qué bien te quedan estos posts nostálgicos, jodío..

Osukaru dijo...

Sí, es un gañan!!.

Anda que yo no sé si el que ha hecho el video lo ha hecho a mala leche o qué, pero ese de poner música de Horner a una peli cuya BSO es del maestro Jerry Goldsmith... Jujuju!.

Plissken dijo...

Bruce, muchas gracias. Tengo intención de aprovechar las vacaciones para avanzar en esos posts nostálgicos, a ver si cunde la cosa.

Plissken dijo...

Osukaru, en youtube hay un par de videos que incluyen la partitura de Goldsmith, de las que ponen los pelos de punta, pero no incluían imágenes de la peli, así que a falta de un trailer ilustrativo decidí poner este montaje. Y Horner tampoco es moco de pavo ;D

Osukaru dijo...

Ja!. No, si no lo decía porque sea mal compositor. Pero es que Goldsmith tuvo sus diferencias con un joven James Horner cuando este fue a decirle que quería salir con su hija. Hubo un poco de lío... Jejeje!. Cotilleo, cotilleo!.

Plissken dijo...

Coñe, no tenía la menor idea de la movida familiar entre ambos dos. Llámame cotilla, jejeje.

Anónimo dijo...

yo recuerdo haberla visto anunciada por tv, creo que el dia de su estreno, y eso que era un niño. hay quien dice que flojea en el tercio final, cuando encuentran a los extraterrestres, y algo lo hace, pero nos muestra la vision que podrian tener de los humanos unos seres que nos conocen solo porla tv. que habiendo visto fragmentos de peliculas antiguas, crean que los humanos son hostiles a los extraterrestres, y que resulten ser niños como ellos al final es muy original.

LinkWithin

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...