Recupero la impaciente reseña que le dediqué al film del gang Spaced tras ver la película en su edición inglesa en DVD y harto de esperar a un estreno español que se retrasó en exceso. A pesar de eso un servidor no faltó a su estreno en salas españolas y disfrutó como un condenado de sus gags a medio camino entre la parodia y el homenaje, del buen rollo que destilaba la producción -se nota cuando hay colegueo y simpatía en un set de rodaje- y por qué no decirlo, de sus toques gore y de sus violentos tiroteos. Puede que Wright, Frost y Pegg cuenten con fans mayores que yo en España, pero desde luego no serán tan pesados.
El oficial de policía londinense Nicholas Angel (Simon Pegg) es uno de los más eficaces efectivos con que cuentan las fuerzas del orden. Primero de su promoción, dotado de grandes aptitudes en el manejo de armas, lucha cuerpo a cuerpo y conducción de toda clase de vehículos, la trayectoria de Angel en el cuerpo es una continua sucesión de menciones honoríficas y arrestos espectaculares. Lamentablemente para él, esto ha provocado entre sus compañeros la más profunda de las antipatías y una envidia malsana ante el hecho de que las inmejorables estadísticas de Nicholas dejan al resto de oficiales de policía a la altura del betún. Sus superiores directos (Martin Freeman, Steve Coogan y Bill Nighy) deciden enviarle a un nuevo destino en el que las aptitudes de Angel no les molesten en absoluto, el pueblecito de la campiña inglesa más pacífico y con menor tasa de criminalidad de Gran Bretaña.
La localidad de Sandford será el bucólico destierro en el que Nick Angel pasará a estar destinado. Allí conocerá a toda una serie de excéntricos personajes, entre los que destacarían el jefe de policía (Jim Broadbent) y su hijo Danny (Nick Frost), Skinner (Timothy Dalton), el párroco (George Freeman) o el detective de policía Andy (Paddy Considine). Las funciones de Angel en Sandford consistirán en evitar pequeños hurtos, dar charlas en la escuela local sobre el cumplimiento de la ley, capturar cisnes huidos y no volverse loco ante las continuas muestras de admiración y acercamiento por parte de su compañero Danny, un admirador irredento de las películas de acción para el que las dos obras maestras absolutas del género son Le llaman Bodhi y Dos policías rebeldes II.
Lamentablemente para la tranquilidad de Sandford una serie de extraños accidentes comienzan a segar las vidas de varios destacados vecinos, y sólo Nick Angel verá tras ellos una orquestada campaña de asesinatos tras los que podrían esconderse oscuros intereses ocultos. Entre la incredulidad con la que Danny le seguirá, las burlas de sus compañeros de trabajo y las reticencias con que los vecinos observarán sus pesquisas, Nick Angel descubrirá la horrible verdad tras los asesinatos, desencadenando un auténtico festival de tiroteos, explosiones y persecuciones en la que los Hot Fuzz (policías calientes) protagonistas deberán dar lo mejor de sí para solventar la situación.
Estamos ante una nueva comedia perpetrada por los sospechosos habituales que ya nos ofrecieron en su momento Spaced (de ahí la recuperación del post de ayer) o Shaun of the dead. Edgar Wright dirige y coescribe junto a Simon Pegg el film que éste coprotagoniza junto a Nick Frost, con un puñado de cameos de actores ya aparecidos en Spaced o Shaun of the dead. Es una película rodada por amigos, y para los fieles seguidores de esta banda, capaz de entresacar lo mejor y lo peor de un género concreto y orquestar una película paródica, repleta de momentos cómicos, pero que a la vez se toma en serio el género homenajeado lejos de caer en bufonadas ridículas a las que el cine yanqui o el español son tan aficionados. Así, y entre excelentes momentos de fino humor brittish rodado con el habitual estilo ágil y de montaje frenético de Edgar Wright, hay homenajes evidentes al cine de John Woo, Michael Bay, Kathryn Bigelow o Richard Donner, a las buddy movies de los ochenta y a las ensaladas de tiros a cámara lenta de los noventa.
Todo un festival para freaks sin prejuicios (marca de la casa del trío Wright-Pegg-Frost) que se estrenó en cines británicos el 16 de febrero y que aquí se estrenará el… ¡28 de septiembre! Un servidor suele tener paciencia para estas cosas, y buena muestra es que ya avancé el trailer en esta entrada de diciembre del año pasado cuando la fecha del estreno español ya era un tardío 27 de abril. Cuando una productora atrasa de esta forma un estreno, en tiempos en que la edición especial con dos discos ya lleva meses disponible en tiendas on-line británicas y circulando en esos mundos virtuales de las copias de seguridad compartidas, podemos estar hablando de suicidio comercial de una película honesta, divertida y espectacular a partes iguales que vista –y revista- no hace sino recordarme al capítulo de Spaced en que los protagonistas simulaban tiroteos mímicos entre ellos.
Si pueden esperar hasta finales de septiembre no duden en disfrutar de Arma Fatal (sigh, a vueltas una vez más con las OCURRENTES y OPORTUNAS traducciones de los títulos originales. A modo de anécdota decir que a Pegg y compañía les debió hacer tanta gracia el cambio de título de Shaun of the dead que incluyeron en Hot Fuzz la copia en dvd de Zombis Party, título por el que aquí conocimos el homenaje a las pelis de zombis de estos, no me canso de repetirlo, frikis como nosotros).
2 comentarios:
por el bien común... :)
Jejeje, y usted que lo diga caballero. Por eso en los pueblos pequeños siempre intento llevarme bien con las fuerzas "vivas" ;D
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